- A pesar de los discursos y compromisos de las autoridades, aún no se han detenido ni sancionado a los autores intelectuales y materiales que asesinaron a Joaquín Mora y Javier Campos.
- La situación de incertidumbre y de violencia pervive en la Sierra Tarahumara porque el principal responsable de estas muertes, José Noel Portillo, alias “El Chueco”, sigue rondando el territorio junto a sus sicarios y bajo la protección de autoridades municipales.
Por evaluar que 11 integrantes de la comunidad jesuita en la Sierra Tarahumara se encuentran en “una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anunció el otorgamiento de medidas cautelares para proteger la vida e integridad personal de dichas personas. Las medidas de protección consisten en: realizar las acciones necesarias para garantizar la seguridad de los 11 beneficiarios; prevenir actos de amenaza, intimidación y violencia; establecer las condiciones para que puedan realizar su trabajo pastoral sin riesgos, ni actos de violencia en su contra.
Con la finalidad de que las acciones que se realicen sean adecuadas, oportunas y efectivas, la CIDH instó al Estado mexicano a informar sobre la adopción de las medidas cautelares, así como actualizar periódicamente sobre su proceso de implementación y resultados.
Las medidas cautelares fueron otorgadas el 22 de enero mediante la Resolución 2/2023 de la CIDH debido a que la investigación penal no ha ofrecido resultados, así como que el principal responsable y sus sicarios recorren en total libertad el territorio de Cerocahui gracias a la tolerancia y protección de las autoridades municipales de la región.
Además de lo anterior, el clima adverso contra la comunidad jesuita se ha profundizado por una campaña de amenazas y desprestigio a través de redes sociales y de boca en boca entre la población de la zona.
Frente al grave riesgo que corren nuestros hermanos jesuitas en la Sierra Tarahumara, el SUJ se solidariza con ellos y se suma a los reclamos de atención oportuna, efectiva y adecuada para garantizar su seguridad e integridad personal. De igual forma nos sumamos a la demanda de verdad, justicia y reparación por el asesinato de los sacerdotes Joaquín Mora y Javier Campos.