Abandono escolar, principal efecto de la pandemia COVID-19

  • Académicas del SUJ analizan que en un solo periodo se perdieron 20 años de avance en la matrícula escolar
  • Se calcula que aproximadamente 6 millones de personas abandonaron la escuela en el presente ciclo escolar

 

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) impulsado por el Campo Estratégico en Modelos y Políticas Educativas (CEA-MOPE) del SUJ, expone que el abandono escolar es uno de los principales efectos de la pandemia en México.

María Eugenia De la Chaussée e Itzel López, integrantes del ODEJ y académicas de IBERO Puebla, señalan que, de acuerdo con la SEP (2020), en el ciclo escolar 2019-2020 se inscribieron 36 millones 519 mil de personas y para el ciclo escolar 2020-2021 únicamente 30 millones (El Economista, 2021), es decir, 6 millones 519 mil personas (17.9%) dejaron de ir a la escuela de un ciclo escolar al otro; cifras que representan la pérdida de 20 años de ampliación de la matrícula escolar.

Según la encuesta ECOVID-ED para la medición del impacto de la Covid 19 en la Educación del INEGI (2021), los estudiantes no se inscribieron por razones como las siguientes: alguno de los padres o tutores perdieron el trabajo, por falta de dinero o recursos para comprar un dispositivo electrónico (como una tv, computadora, celular, tableta o pagar la internet o la luz), se perdió el contacto con maestras/maestros, no pudo hacer tareas y la escuela cerró definitivamente.

Para hacerse una idea de las dimensiones de la problemática, De la Chaussée y López señalan que las infancias han sido el sector poblacional más afectado por el abandono, lo cual sostienen en los datos arrojados por grado escolar de la ECOVID: preescolar (94.7%), primaria (73.2%), media superior (35.9%), educación superior (44.6 %).

Las académicas en el SUJ precisan que el abandono escolar y, como consecuencia, la falta de escolarización tiene implicaciones tanto personales como sociales, entre ellas: se reduce el nivel educativo general, empobrece la cultura, evita procesos necesarios de socialización, de educación en valores cívicos, democráticos y morales, trunca las posibilidades de contar con mejores empleos, obligando a la población a contratarse en empleos poco rentables como el informal, o ilegales como el narcotráfico o la delincuencia organizada.

Si bien aún no es poisible saber si el abandono es permanente, las integrantes del ODEJ observan que aún la interrupción temporal supone un rezago para cada estudiante que retorne, y para el sistema educativo en su conjunto.

Finalmente, María Eugenia De la Chaussée e Itzel López, enfatizan que la posibilidad de atender el abandono escolar requiere de una visión e intervención pública amplia, integral y socialmente pertinente que atienda y resuelva los factores asociados a la falta de recursos, la pobreza y el desempleo; los cuales se han agravado por la pandemia, pero ya existían como causas históricas del abandono escolar.

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