• La exposición permanente a las violencias tiene como efecto el debilitamiento de nuestra capacidad de empatía, nos anestesia y permite que las consideremos y vivamos como algo “normal”.
En Necromáquina. Cuando morir no es suficiente, Rossana Reguillo, académica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), visibiliza y analiza los mecanismos por los que la sociedad se anestesia ante las violencias y las normaliza.
Durante la presentación de este libro en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2021, Carolina Robledo Silvestre, doctora en Ciencias Sociales, señaló que el concepto “necromáquina” refiere a un lenguaje con el que se alimenta el espectáculo de muerte de cada día: “Se trata del lenguaje de la crueldad, el lenguaje de los cuerpos rotos. Los cuerpos son marcados y expuestos como objetos de racismo o discriminación. El cuerpo se convierte en un residuo del sistema capitalista que es carne de cañón para la guerra contra el narcotráfico y para el crimen organizado”.
Robledo Silvestre, refirió que ésta obra permite poner atención al tejido social de la indiferencia que hay en la mirada de la sociedad: “La necromáquina se establece sobre el sistema depredador que no sólo se relaciona con la economía del narco, sino con un proyecto general donde se subestima la vida y se desmantela la humanidad, en el que participan ejércitos privados y también un estado que ha dejado de proteger la vida para convertirse en una de sus peores amenazas”.
Sin embargo, la Dra. Carolina Robledo, presentadora de Necromáquina. Cuando morir no es suficiente, señaló que enfrentando a la estructura de la muerte esta la “Contramáquina”, representada por las buscadoras: “Ellas recuperan, cuidan y atesoran los cuerpos rotos movilizando una racionalidad afectiva que se extiende a los vivos y a los muertos. Las buscadoras ven a los cadáveres más allá de su dimensión física, o de su condición de evidencia del delito. Para ellas cada cuerpo, cada hueso o resto tiene una carga simbólica y afectiva que se constituye colectivamente”.
Para el SUJ obras como Necromáquina. Cuando morir no es suficiente, son necesarias para reflexionar en profundidad las implicaciones psicosociales y en el tejido social que tiene la exposición permanente a la violencia que vivimos en México. Sin duda, a los actores que estamos interesados en generar procesos de transformación, tener presente estos elementos es fundamental para lograr que nuestras propuestas de intervención sean más pertinentes e integrales.