- El libro “Jesuitas mexicanos del siglo XX. Hombres en las fronteras: la obra de la Compañía de Jesús en la voz de 12 jesuitas” muestra el viaje de jesuitas mexicanos en varios lugares del país.
- La obra muestra las travesías de Arturo Sosa Abascal, SJ, Superior General de la Compañía de Jesús; Luis Gerardo Moro Madrid, SJ, Superior Provincial de la Compañía de Jesús en México, y Luis Arriaga Valenzuela, SJ, presidente de la AUSJAL y Rector en el SUJ.
La travesía de la publicación de 12 jesuitas que inició en 2014, cuya vida transcurrió en la Selva Lacandona, en la Sierra Tarahumara o en las Islas Marías, para finalmente desempacar, justo en el año ignaciano, las maletas repletas de relatos, se presentó en la Casa ITESO Clavigero dentro del marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La obra Jesuitas mexicanos del siglo XX. Hombres en las fronteras: la obra de la Compañía de Jesús en la voz de 12 jesuitas, narra la experiencia en las que, por medio del servicio, 12 jesuitas conectaron profundamente con realidades humanas en situaciones extremas, para consolar, alentar y edificar esperanza y justicia
“Destilar con paciencia, con voluntad, todo el bagaje que nos pueden dar estos hombres de negro que trabajan en sus oficinas, en sus catres. Sí necesitan mucha más luz, no reflectores porque encandilan, necesitan luces pacientes. Es un homenaje al trabajo de ellos en su intimidad”, dijo Enrique González, quien realizó las entrevistas que dan forma al libro.
Señaló que la idea de esta publicación fue hacer “un libro de viajes” y en la travesía necesitó algunas guías como las obras de Jean Lacouture: Jesuitas I: los conquistadores y Jesuitas II: los continuadores. “En esos dos libros está el relato de una prodigiosa aventura colectiva que inició a mediados del siglo 16, la multibiografía definitiva de aquellos hombres de negro que fueron los compañeros y herederos de San Ignacio de Loyola”.
La primera escala fue con Francisco Ornelas Gutiérrez, SJ, cuyas primeras palabras fueron: “bienvenido, pero ¿para qué nos quieres entrevistar?, ¿qué hemos hecho de interesante”. Él, por ejemplo, fue el guía espiritual de los presos de las Islas Marías durante más de una década.
Enrique González detalla que en los 12 entrevistados hubo una humildad avasallante ante las obras que les iba descubriendo, casi arrancando, y así esculcando los cajones salieron las fotos de la juventud. Además, comparte González, dentro del libro podremos encontrar anécdotas de sus familias; de su relación, por supuesto, a veces conflictiva con Dios; de sus dudas, de la soledad, de la música, de los amigos, de los hijos que no tendrían, del celibato, de la ética, del histórico y revolucionario Concilio Vaticano II, de África, de Inglaterra, de la humildad, de la obediencia y de todo aquello que los libros dicen que deben ser los jesuitas.
González señaló que al final, las instituciones como la Compañía de Jesús están integradas por personas y en el libro están las acciones de 12 de ellas. Donde están las travesías de Arturo Sosa Abascal, SJ, Superior General de la Compañía de Jesús; Luis Gerardo Moro Madrid, SJ, Superior Provincial de la Compañía de Jesús en México, y Luis Arriaga Valenzuela, SJ, presidente de la AUSJAL y Rector en el SUJ.
Carlos Soltero, SJ, compartió con los asistentes experiencias de sus primeros años en la Compañía de Jesús, cuando era un adolescente de 15 años, y de su formación como experto en la sagrada escritura y sus más recientes años guiando los ejercicios espirituales en Puente Grande.
Lo que no contó de viva voz es que es una de las no más de 30 personas en el mundo que puede leer el Código de Hammurabi porque aprendió el acádico, lengua anterior al arameo. Que fue Padre Provincial de los jesuitas en los tiempos en que un par de veces la policía de la Ciudad de México allanó la casa de los jesuitas en la Colonia Guerrero por apoyar a familias de escasos recursos para evitar que fueran desalojadas de sus vecindades. Que se mantiene al tanto del acontecer del país y del mundo en Google Noticias.
Francisco Ornelas Gutiérrez, SJ, dijo no recordar cómo fue a dar a África: “Recorrí tres países hablando en inglés, francés, castellano, y encontré que era perfectamente capaz de compartir así esos beneficios de Dios y no guardarlos para mí, sino avisarles que ninguna promesa del señor ha resultado falsa”.
En la Selva Lacandona “fue donde aprendí que se acaban muy pronto los calcetines y que los huaraches que podía conseguir en León servían para llevarme a todo el mundo”. Dijo no estar cansado, “no me refiero a los 91 años que tengo, sino a que me manden a donde los superiores vean que todavía puedo servir a alguien”, y calculó que le quedan 15 años más, “hasta los 105”, fue entonces entonó “Young at Heart”, canción que Frank Sinatra grabó en los años cincuenta.
Luis Arriaga, SJ, rector en el SUJ, consideró que el libro es un mosaico de cómo los jesuitas cumplieron su misión en el cambio de milenio.
“Lo hicieron desde la generosidad hacia los hombres y mujeres con los que labraron una relación de amistad y cariño, pero con los que también generaron un compromiso de compartir sus luchas, tristezas y desencantos, de fortalecerlos en sus aspiraciones o afectos”.
Destacó que sus acciones humildes son las más valiosas cuando se ayuda a otros: “¿No sigue siendo ésta nuestra encomienda, en estos días aciagos en que la enfermedad, la violencia y la desigualdad sientan sus reales en este país y gran parte del mundo?”
El también presidente de AUSJAL agregó que los 12 perfiles incluidos en el libro convocan a tejer las redes de solidaridad que requiere la humanidad. “Su claro mensaje nos recuerda que necesitamos con urgencia que el mundo se convierta en un verdadero hogar para todas y todos”.
Arriaga, SJ, agradeció a Enrique González por darle voz a los jesuitas y al fotógrafo Bernardo De Niz “por plasmar de forma emotiva las postales de este viaje”