“Las obras sociales, educativas y pastorales jesuitas en México no callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad. Seguiremos presentes y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz”; Luis Gerardo Moro, Provincial de los jesuitas.
Autoridades del Sistema Universitario Jesuita SUJ rindieron homenaje, con celebración eucarística en memoria de los sacerdotes Javier Campos Morales S.J. y Joaquín Cesar Mora Salazar S.J., asesinados en Cerocahui, Chihuahua.
Morita y el Gallo es como se conoce a Joaquín Mora y Javier Campos en la Sierra Tarahumara, quienes durante décadas trabajaron, acompañaron y vivieron las circunstancias y vicisitudes que sufren las comunidades indígenas raramuris de Chihuahua.
El padre Gallo vivió 34 años dando servicio a las comunidades indígenas raramuris, hablaba su lengua, conocía la vida, los campos y los caminos de la sierra. El padre Morita vivió 23 años en la Sierra Tarahumara, le caracterizaba su fe, su generosidad, su sonrisa y su presencia silente pero activa y eficaz.
La Sierra Tarahumara, al igual que muchas regiones del país, sufre la violencia y el olvido. El asesinato de nuestros hermanos jesuitas se inscribe en el patrón generalizado y sistemático de descomposición, pobreza, impunidad y muerte que enfrentan millones de personas en nuestro país.
Frente a estos hechos y a la violencia endémica que sufrimos todas y todos los mexicanos, las obras educativas, sociales y pastorales de la Compañía de Jesús en México nos unimos para exigir al gobierno de Chihuahua y al gobierno federal la recuperación y presentación inmediata de los cuerpos de nuestros hermanos, la implementación de medidas de protección para todas las personas de Cerocahui, verdad, justicia y reparación por los asesinatos de nuestros hermanos, así como por la muerte y violencia contra personas civiles que también fueron agredidas en los mismos hechos.
Durante la celebración eucarística que esta mañana celebramos en memoria del padre Gallo y el padre Morita, la comunidad universitaria del SUJ reafirmamos la esperanza actuante que nos enfoca prioritariamente a la transformación de las condiciones actuales de violencia y exclusión para avanzar a un contexto en que las personas puedan desarrollar sus proyectos de vida, puedan vivir sin dolor y sin miedo, y donde lo normal para todas y todos sea tener vidas dignas.
Congregados en la reunión anual del Sistema Universitario Jesuita, la comunidad conformada por nuestras 8 universidades fortaleceremos nuestra misión de denuncia contra la violencia, la muerte, la corrupción y la impunidad en que se encuentra sumido nuestro país.
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