- El salario mínimo constitucional resulta del cálculo de las necesidades de una familia promedio para garantizar su acceso a los elementos que establece la Constitución para una vida digna, Observatorio de Salarios.
- Investigadores de la universidad del SUJ, IBERO Puebla, realizaron un estudio del monto que debe tener el salario para un mínimo no de sobrevivencia, sino de bienestar.
En fechas recientes, el titular del ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el siguiente año aumentará el salario mínimo por lo menos en un 20%; sin embargo, ¿este aumento garantizaría el estándar mínimo que la constitución establece para una vida digna?
Para el Observatorio de Salarios de la universidad del SUJ, IBERO Puebla, si se contemplase la inflación, el salario mínimo constitucional (SMC) para noviembre de 2022 debería ser de poco más de 817 pesos diarios: “Se trata de lograr un referente mínimo de bienestar, no de sobrevivencia”, señala Nadia Castillo Romero, académica en el SUJ e integrante del Observatorio de Salarios.
En un cálculo con éstas características, las y los integrantes del Observatorio de Salarios, además de contemplar los costos de los alimentos, también toman en cuenta los costos de preparación, consumo y conservación.
Si bien no es posible escatimar que el salario se ha recuperado duplicándose respecto de 2009, la realidad es que apenas representa el 40.7% del valor máximo registrado en 1976. Esto, a todas luces, es insuficiente para cubrir las necesidades reales de los hogares, además de no haber cerrado las grandes brechas salariales, pues México menos del 4% de trabajadores asalariados ganan más de 25,000 pesos mensuales.
Marco Antonio Padilla Santiago, integrante del Observatorio de Salarios en el SUJ, señala que el estándar que establece el SMC “Permite ver que el salario mínimo real ha perdido gran parte de su poder adquisitivo y también facilita calcular la distancia de dicho salario para garantizar bienestar. Actualmente, el salario mínimo real alcanza para comprar 1.7 canastas individuales”.
Desde el punto de vista del Dr. Miguel Calderón Chelius, también integrante del Observatorio, el gobierno actual debe mantener su estrategia para resarcir la pérdida histórica de ingresos: “Proponemos un crecimiento paulatino, no un aumento súbito. Hoy en los hogares trabajan dos o más personas, y muchos tienen un segundo y hasta un tercer empleo debido a la caída de los salarios”.
Como SUJ consideramos que el salario mínimo en México debe constituirse en un elemento central de la estrategia pública para garantizar el bienestar de la población. En ese sentido, debe dejar de ser una herramienta para mantener la competitividad productiva y para contener la inflación.
Por tanto, el salario mínimo debería garantizar, como punto de partida, una canasta completa de satisfactores (bienes, servicios y actividades), una canasta alimentaria y no alimentaria que una familia promedio requiere a lo largo de la vida laboral y durante la jubilación.
Para conocer más sobre la propuesta del SUJ en cuanto a estándares mínimos para la recuperación de bienestar mediante un ingreso digno para las personas trabajadoras, te sugerimos conocer el último informe de nuestro Observatorio de Salarios, titulado “Salario Mínimo Constitucional”.