Cuidado de la Casa Común, una de las misiones de las universidades jesuitas.

“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida”, Arturo Sosa Abascal, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús

 

La crisis ambiental actual está afectando de manera particular a los pobres y a los vulnerables. Se necesita urgentemente la acción por parte de toda la gente  de buena voluntad, si queremos ser custodios honestos de este maravilloso planeta, naciones y pueblos enteros, se necesita una conversión ecológica. Aún podemos cambiar el rumbo de la historia.

Las Preferencias nos convocan a cuidar de nuestra casa común, a trabajar en la protección y renovación del medio ambiente, que hoy más que nunca, está gritando y luchando por ser liberada. Las universidades jesuitas han trabajado en identificar áreas en las que pueden marcar la diferencia y contribuir a un cambio de mente y de corazón.

Trabajamos en clasificar y en provocar una cultura del cuidado de la flora existente en las universidades, a través de proyectos para generar no sólo información, sino una cultura de conciencia ambiental. Con el objetivo de fortalecer el compromiso social del SUJ y el cuidado de la casa común, determinados por el modo de ser y de proceder de la educación jesuitas, que buscan inspirar para generar el cambio. 

Medidas que se han tomado en nuestras universidades

  • Transverzalizar la dimensión ecológica (ambientalización curricular).
  • Fortalecer el programa de incidencia en medio ambiente.
  • Tomar una postura ambiental técnica, política, filosófica, educativa, y teológica.
  • Repensar nuestros programas de economía y negocios desde esta perspectiva.
  • Favorecer el encuentro y el contacto físico de nuestros profesores y estudiantes con la realidad de los pobres y excluidos (prácticas profesionales, estancias, servicio social integral, experiencias puntuales).
  • Hacer de la Encíclica Laudato si’, la cual se refiere al cuidado de la casa común, un texto en todas las carreras.
  • Establecer y alentar el diálogo interdisciplinario sobre la crisis ambiental.
  • Estimular una lectura crítica permanente de la realidad ambiental / territorial del país.
  • Formar a los docentes en el tema.
  • Alentar investigaciones de calidad sobre temas de medio ambiente.
  • Seguir con la gestión ambiental del campus.
  • Hacer más programas de educación continua en la materia.

 

La Encíclica Laudato si’, señala que la educación es esencial para ello, pues puede “crear una ‘ciudadanía ecológica’”, que logre desarrollar hábitos, pues “solo a partir del cultivo de sólidas virtudes es posible la donación de sí en un compromiso ecológico” (211). Cree que en esa educación, la familia juega un papel esencial, pues la sede de la cultura de la vida (213). Pide que “en nuestros seminarios y casas religiosas de formación se eduque para una austeridad responsable, para la contemplación agradecida del mundo, para 13 el cuidado de la fragilidad de los pobres y del ambiente” (214). Y llama la atención sobre la belleza, pues prestar atención a ella y amarla “nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista” (215).

Cada una de las instituciones del SUJ busca producir un cambio en las personas a través del conocimiento y la conciencia para cuidar de nuestra casa común, como nos impulsa la cuarta Preferencia apostólica jesuita.

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