David Fernández Dávalos, SJ: La Comisión para la Verdad y la Justicia como proyecto fundacional.

  • David Fernández Dávalos, SJ, ex rector en el SUJ, explica los alcances y mecanismos de trabajo de la Comisión para la Verdad y la Justicia.
  • “La CVJ es un proyecto histórico con alcances fundacionales. Pretende voltear tanto al pasado, para esclarecer lo ocurrido durante la Guerra Sucia, como al futuro. Así, investigaremos y expondremos graves violaciones con miras a establecer una nueva cultura de derechos humanos”,  Mtro. David Fernández Dávalos.

 

En octubre de de 2021, el gobierno federal informó a la opinión publica que Abel Barrera Hernández, David de Jesús Fernández Dávalos, Eugenia Allier Montaño, Aleida García Aguirre y Carlos Alonso Pérez Ricart formarían parte de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos Cometidas de 1965 a 1990 (CVJ).

 

Desde entonces, los y las comisionadas han comenzado su labor, empezando por informar a la población sobre lo qué es y lo que hará la CVJ.

 

Al respecto, David Fernández Dávalos, quien fuera rector de varias universidades del SUJ, señala: “La CVJ es interlocutora para la sociedad en general y, en particular, para las víctimas y sobrevivientes. A partir del mandato establecido en el decreto presidencial que la creó, las y los comisionados estamos dando prioridad a atrocidades individuales y no tanto a injusticias sistémicas. Por eso nos enfocaremos en las víctimas y en los autores de los crímenes”.

 

Sobre lo que implica conocer la VERDAD, Fernández Dávalos precisa que la CVJ entiende la verdad como desvelamiento de los perpetradores y del régimen que los alentó y los protegió: “Nuestro objetivo primordial es el restablecimiento de la dignidad humana y cívica de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, así como la instrumentación de la justicia involucrada en el (re) establecimiento de un respeto moral igualitario para las personas, como las bases para una nueva cultura de derechos y una democracia básica”.

 

Sobre cómo operará la CVJ su mandato, el sociólogo y sacerdote jesuita, enfatiza que la CVJ tiene un carácter público y democrático como forma de funcionamiento y también como un deliberado ejercicio de educación: “La CVJ priorizará el proceso de esclarecimiento de la verdad por encima del producto que se espera (un informe final). Es difícil que presentemos ‘verdades’ que no hayan sido reveladas antes, aunque puede haber algunas sorpresas. Pero hemos de mostrarlas desde el costo humano que significan y han significado las atrocidades cometidas, de suerte que la verdad sea presentada, no como dato, sino como una catástrofe. Por eso funcionaremos con base en audiencias en que las víctimas y sobrevivientes puedan contar sus propias historias en un contexto no confrontacional. Esto será un reconocimiento de la urgente necesidad de restaurar su dignidad humana y cívica lastimada”.

 

El Mtro. David Fernández señala que por encima de la elaboración de un informe, el trabajo de la CVJ es contribuir al proceso de asimilación de la verdad, para lo que escuchará a víctimas, responsables, actores sociales, sobrevivientes del conflicto de la Guerra Sucia: “La CVJ tiene que generar una verdad incluyente, que no sólo dé cuenta de las atrocidades cometidas, sino que también ayude a explicar el conflicto y los factores de persistencia”.

 

El reconocimiento público será una de las estrategias de la CVJ. Fernández Dávalos señala que ese mecanismo es el que puede restaurar de forma pública la dignidad de las víctimas y los sobrevivientes: “Que los perpetradores reconozcan de forma pública esas violaciones lanza el mensaje de que ellos y ellas, también, están sujetos a normas básicas de responsabilidad. Sin reconocimiento de las atrocidades políticas del pasado se daría la confirmación de la impunidad para los autores y una negación continua de la dignidad cívica y humana de las víctimas. De esta manera no es posible reconocer derechos igualitarios a víctimas y victimarios ni, por tanto, construir procesos democráticos que los implican”.

 

Mtro. David Fernández Dávalos

 

En cuanto a la judicialización de casos concretos, el sacerdote jesuita integrante de la CVJ precisa: “Aspiramos a judicializar todas aquellas violaciones graves a los derechos humanos que podamos conocer. Pero no siempre será posible. La justicia penal tiene muchos requerimientos, se fija sólo en lo que es relevante para la culpa o la inocencia criminal del autor de los crímenes. No atiende a la verdad de la víctima. Ésta es la experiencia de numerosas comisiones semejantes a la nuestra. Por esto, nuestra CVJ debe presentar una forma alternativa de ligar la verdad con la justicia, dando prioridad a la víctima. El concepto sobre el que haremos este vínculo es el de justicia “a verdad sabida”, es decir, ubicar a sobrevivientes como fuente igualitaria de verdad y como titulares de derechos. Esto implica, de nuevo, celebrar audiencias públicas que permitan el reconocimiento de víctimas que cuenten sus propias historias, con el derecho de enmarcarlas desde su propia perspectiva, para que sean así reconocidas como fuentes legítimas de verdad y de reclamos de derechos y justicia”.

 

Para el SUJ la creación de la CVJ representa la gran oportunidad de abrir un diálogo amplio que permita aclarar nuestro pasado para abrir posibilidades de un futuro más incluyente, justo, democrático y esperanzador.

 

Nos alegra que en esta tarea colabore el padre David Fernández Dávalos, integrante de la comunidad SUJ y connotado defensor de derechos humanos. Sin duda su capacidad contribuirá a satisfacer el mandato y las expectativas que la sociedad tiene del trabajo de la CVJ.

 

La comunidad SUJ nos mantenemos atentas y dispuestas a facilitar los trabajos de Abel Barrera Hernández, David de Jesús Fernández Dávalos, Eugenia Allier Montaño, Aleida García Aguirre y Carlos Alonso Pérez Ricart, comisionados y comisionadas con amplias trayectorias en la justicia y defensa de derechos humanos en nuestro país.

es_MXSpanish