- “La migración no puede detenerse y por ello hay que hacerla segura, ordenarla y regularla”: Alejandra Nuño, Directora del Centro Universitario por la Dignidad y Justicia (CUDJ) del ITESO.
En las últimas décadas la política exterior del Estado mexicano ha sido de apoyo a sus connacionales y de apoyo a la migración. En consonancia con eso, México y Suiza promovieron en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un importante instrumento sobre migración: el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular.
Sin embargo, al interior, México no ha logrado coordinar a sus instituciones y tener una política consistente y congruente con la agenda internacional que promueve.
En el marco del Día Internacional del Migrante, la Directora del CUDJ del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) señala: “Al inicio del gobierno federal actual se habló de emitir visas humanitarias debido a lo complejo que es distinguir a una persona que llega a un país para mejorar sus condiciones de vida, de otra que solicita asilo porque huye de su país por razones de violencia o por el cambio climático. Sin embargo, la visión del Instituto Nacional de Migración es de policía, de luchar contra la migración, de encarcelar a los migrantes. Al gobierno mexicano no parece mucho importarle lo que le pasa a las personas migrantes. Vemos con mucha preocupación que cualquiera de ellas está en peligro de ser víctima de cualquier tipo de delitos”.
Alejandra Nuño enfatiza que las personas migrantes, además de padecer condiciones de inseguridad durante su trayecto, deben enfrentar la falta de empatía de la población mexicana quien los ve como quienes les vienen a quitar sus trabajos o a delinquir: “A esto se suma la corrupción, la impunidad y la colusión de las autoridades en la comisión de delitos y/o de graves violaciones a los derechos humanos”.
En cuanto al futuro de la migración, Nuño considera que puede empeorar debido a los quebrantos democráticos que sufren diversos países en la región del Centro y Sur de América: “Sumado a ello, la situación económica a nivel mundial está complicadísima lo que seguramente contribuirá a que muchas personas decidan migrar. No veo que se vayan a reducir los flujos, más bien las personas van a seguir buscando nuevas formas para llegar a Estados Unidos y a Canadá. En ese sentido, tampoco avizoro un trato humanitario hacia las personas migrantes”.
Finalmente, la defensora de derechos humanos y académica en el SUJ acentúa “Vemos con preocupación la tendencia que en todos los crímenes relacionados con migrantes las autoridades no solo no los protegen, sino que inician investigaciones contra los defensores de derechos humanos que los apoyan. En tanto siga habiendo impunidad cualquiera podrá cometer cualquier tropelía contra cualquier persona migrante”.
Frente a esta realidad, el SUJ seguirá sensibilizando a su comunidad y a la población para que logren entenderse las razones por las que las personas migrantes huyeron y para que se conozcan la realidades que deben enfrentar una vez que migran.
Nuestra tarea, entre otras, es contribuir a que se entienda que las personas migrantes no son un peligro ni una competencia y que, aunque algunos se hayan comportado mal, la mayoría son personas que luchan y tienen derecho a mejorar sus vidas.