- Según la ENDIREH, en México el 31.4% de mujeres entre 15 y 49 años que parió durante los últimos 5 años ha recibido algún tipo de violencia obstétrica.
La gestación es una etapa que hace a muchas mujeres vulnerables a los malos tratos y violencia, la cual es ejercida, entre otros, por personal médico mediante procedimientos y tratos inapropiados e injustificados antes, durante y después del parto. Según la ENDIREH 2021 (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares) entre las formas de violencia más comunes contra las mujeres gestantes se destacan los gritos o regaños, ignorar preguntas sobre el parto o el bebé; falta de información sobre la realización de procedimientos, entre ellos la cesárea, retraso en la atención por gritar o quejarse, obligar a posiciones incómodas.
A pesar de ser un problema frecuente se trata de una situación silenciada por lo que no mucha gente la conoce. Esta es la razón por la que Danaé Itzel Ramírez Arjona, estudiante de Comunicación en el SUJ, lucha contra la violencia obstétrica. “En charlas con las mujeres de mi entorno descubrí que la mayoría de ellas habían sido víctimas de alguna forma de violencia durante el embarazo. Hay mucho desconocimiento del tema, incluso se desconoce el concepto de violencia obstétrica”.
Por consiguiente, Danaé señala que este tipo de violencia es una derivación de los roles de género porque “se supone que las madres de verdad tienen que ser perfectas, tienen que parir por el canal vaginal porque si te haces cesárea y no lactas vales menos como mujer y como madre”. Aprovechando su proyecto de titulación de licenciatura para impulsar esta lucha, la estudiante elaboró un kit informativo sobre la violencia obstétrica que incluye una guía de cómo sucede, qué hacer y a quién acudir cuando una mujer la sufre.
El proyecto fue devuelto a Nueve Lunas con una versión en náhuatl de la sierra Nororiental, la lengua de la región. El material ha resultado tan adecuado y útil que ya existe una versión en náhuatl para las mujeres hablantes de esa lengua tengan información al respecto.
Con la finalidad de que su proyecto pueda beneficiar a la mayor cantidad de personas posibles, durante su Maestría en Comunicación y Cambio Social del SUJ, Danaé entró en contacto con un grupo de parteras: “Con ellas ví como en conjunto las mujeres se ayudan para asumirse poderosas y capaces de decidir sobre sus cuerpos. Ellas me mostraron que puede haber sanación colectiva donde las madres experimentadas acompañan a las madres primerizas”.
Ciertamente, la experiencia con las mujeres parteras ha profundizado el interés de Danaé por contribuir a que las mujeres sean preservadas de la violencia obstétrica mediante el rescate y desarrollo de la partería como una respuesta respetuosa, digna y segura para las mujeres gestantes.
Por lo tanto, desde el SUJ reconocemos que la visión de Danaé es estratégica en cuanto a visibilizar y prevenir esta forma de violencia contra las mujeres a quienes se pretende seguir controlando sus cuerpos y sus decisiones de vida.