- Lilia Corona y Rodrigo Lobato, quienes egresaron de la universidad jesuita IBERO Ciudad de México, expusieron las piezas ‘Tuna’ y ‘Confetti’.
El SUJ se distingue por formar profesionales lúcidos y sensibles, fieles a sus raíces culturales, capaces para construir una sociedad más humana, justa y sostenible. Y esto lo ha reflejado Lilia Corona y Rodrigo Lobato, quienes egresaron de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, y llevaron dos de sus emblemáticas piezas Tuna y Confetti al Milan Design Week 2022.
Estos diseños representan lo más profundo de la cultura mexicana y su orgullo por pertenecer a la misma. Para crear el tapete Tuna, la fundadora de Platalea Studio, platica que se inspiró en el fruto del nopal. Esta pieza forma parte de la colección Blanco, la cual explora los símbolos, ideologías y rituales sincréticos que han surgido en espacios liminales y mágicos entre las formas de vida rural y urbana, nativa y colonial.
“Tuna se trata de una pieza muy mexicana, es una especie de bandera por lo cual decidimos llevarla a Milan Design Week 2022, para exponer esa mexicanidad contemporánea. Así es como vemos México: como una idiosincrasia mixta entre indigenismo prehispánico, precolombino, poshispánico y nuestro presente”, compartió Lilia Corona.
Esta alfombra artesanal está hecha con lana y confeccionada en tela rapada de doble altura con secciones esculpidas. Asimismo, está tejida sobre tela base algodón. Para Rodrigo Lobato, cofundador de Platalea Studio, a través de esta pieza se representa un tema tan basto como la flora, fauna y la alimentación.
A su vez, el banquito Confetti pertenece a la colección Happiness, la cual está inspirada en una serie de objetos lúdicos que buscan una sonrisa, un pequeño mundo de fantasías extravagantes e historias con finales felices. En donde la felicidad es una forma de resistencia.
De acuerdo con la egresada del SUJ, esta serie es una reflexión sobre los patios urbanos que encarnaron la fusión de la política y el idealismo juvenil en el México del siglo XX, los años de su infancia, pues los diseños estaban influenciados por la unión entre las políticas públicas y la escultura urbana. Es una visión optimista del resultado de una infancia alimentada por las promesas utópicas del neoliberalismo.
En el SUJ la formación integral humanista hace que los alumnos aprendan a aprender y adquieran un sentido crítico, para lo cual no basta con aplicar recetas aprendidas de memoria. Y para la y el exalumno de la universidad jesuita de la CDMX, el diseño es importante para entender el valor de un país. Valor indispensable para poder hablar bien de una nación, pues todo este capital creativo es el que realmente pone a México en un lugar de mayor expectativa.