- A lo largo de más de tres décadas, el Centro Prodh ha sido un actor fundamental en la mejora de las condiciones de reconocimiento y vigencia de los derechos humanos en México.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro Prodh), es un organismo civil creado en 1988 por la Compañía de Jesús en México, cuya misión es generar cambios estructurales que permitan que las personas tengan condiciones de vida digna y de ejercicio pleno de sus derechos. El trabajo del Centro Prodh se dirige prioritariamente a sectores de la población vulnerabilizados, excluidos y discriminados con la finalidad de que cuenten con condiciones de vida más justa, equitativa y democrática.
El trabajo realizado por el Centro Prodh le ha valido el reconocimiento nacional e internacional. Desde 2001 cuenta con Estatus Consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y desde 2004 se la reconoce como una Organización Acreditada ante la Organización de Estados Americanos.
A lo largo de su historia, los equipos del Centro Prodh se han caracterizado por su juventud, experiencia, compromiso, esperanza y convicción férrea para la construcción de la justicia, la equidad y la democracia. En sus 34 años de trabajo ha contado con la valiosa colaboración de psicólogas, contadores, químicas, abogados, comunicólogos, sociólogos, politólogos, antropólogas, etnólogos, internacionalistas, teólogas, administradores, diseñadores, artistas gráficos, entre muchos otros profesionistas. Para cumplir su misión y objetivos, desde su origen ha realizado trabajo educativo, de análisis, de cabildeo internacional, de comunicación y de defensa integral para incidir en la opinión y agenda pública a favor de un Estado Democrático de Derechos.
Entre las actividades que cotidianamente realiza el Centro Prodh están: elaboración de informes sobre la situación de derechos humanos para mecanismos de Naciones Unidas y del Sistema Interamericano; litigio de casos individuales y colectivos; trabajo colaborativo con organizaciones locales, nacionales e internacionales para incidir en las políticas públicas y decisiones de gobierno; elaboración e implementación de criterios basados en estándares internacionales que son retomados en la defensa de casos y en decisiones de política pública en diversas regiones del país; trabajo educativo para la organización y fortalecimiento de la ciudadanía en favor del reclamo y defensa de sus derechos; acciones de acompañamiento y solidaridad con organizaciones, colectivos y grupos de defensores de derechos humanos a lo largo del país; espacios de diálogo y análisis para la generación de propuestas en torno a los problemas más acuciantes en el país; promoción de espacios de transparencia y debate público para fortalecer el enfoque de democracia y derechos humanos de la opinión pública; fortalecimiento del acceso a la información mediante la difusión de información y análisis que contribuyan a los procesos de democratización, reconciliación, bien común y justicia para México.
Un ejemplo de Historia de una lucha por la dignidad, donde esta obra de la compañía de Jesús intervino, fue la historia de Jacinta Francisco. Una mujer hñáhñú y vendedora de flores, que fue acusada de secuestrar a un miembro de las fuerzas armadas. Bajo un proceso irregular y totalmente violatorio de sus derechos, Jacinta fue encarcelada injustamente por 3 años. Gracias a la intervención integral del Prodh, en 2017 el gobierno mexicano reconoció las violaciones a los derechos humanos que cometió contra Jacinta y su hija Estela, pidió perdón por los daños provocados y anunció una serie de medidas de reparación y de no repetición de violaciones a los derechos humanos.
Durante ese acto en que se reivindicó su vida, su dignidad, su inocencia y su activismo a favor de los derechos humanos, Jacinta concluyó su mensaje con una poderosa frase: “Estamos en pie de lucha por nuestra patria, por la vida y por la humanidad. Hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Para el SUJ esa última frase expresada por una de las víctimas a quien el Centro Prodh defendió, expresa con plena exactitud el espíritu, compromiso y la razón de ser de esa querida obra hermana. Sin duda, frente a su historia, resultados, el trabajo realizado y los testimonios de colaboradores y personas víctimas, las denostaciones y descalificaciones recientes contra el Prodh no sólo son ofensivas, sino que resultan abyectas e ignominiosas.
Como SUJ enviamos nuestro profundo reconocimiento y respeto al Centro Prodh, así como a todas las personas que han colaborado en él. Reivindicamos su labor, propuesta, resultados y pertinencia “Hasta que la dignidad se haga costumbre”.