- En su mensaje dado para Navidad, el P. Arturo Sosa, SJ, nos invita a reevaluar lo que es realmente importante en nuestras vida para vivir de manera diferente.
En vísperas de Navidad, el Superior General de la Compañía de Jesús, el P. Arturo Sosa, SJ, a la que pertence el SUJ, nos da un mensaje para reflexionar sobre tres temas centrales. La pandemia que no se va, se está convirtiendo en “un viaje en el corazón” que nos pide “reevaluar lo que es realmente importante en nuestras vidas y vivir de manera diferente”. El proceso sinodal que acaba de comenzar, que es “la manera audaz de hacer presente la Buena Nueva de Jesús en medio de las tormentas del cambio de época”. Y finalmente el Año Ignaciano lanzado en mayo, como un llamado a la conversión, 500 años después de la de San Ignacio de Loyola.
El prepósito general de los jesuitas, nos pide para cada día “una nueva flexibilidad para enfrentarnos al reto de aceptar internamente el cambio y la oportunidad de renovar la vida, en lugar de sentirnos obligados a resignarnos a imposiciones no deseadas”. Considera que la pandemia nos motiva a hacer las cosas de otra forma, “a imaginar un mundo diferente y aplicar las medidas que contribuyan a hacer posible un mundo nuevo”.
En su mensaje, el padre Sosa enfatizó que el Papa Francisco ha trabajado incansablemente para que leamos los signos de los tiempos “El Papa ha evitado falsos consuelos y nos invita a abrirnos a nuevas formas de vida personal, familiar y social para cambiar las estructuras que producen la injusta pobreza”.
Asimismo, la pandemia “que nos ha obligado a enfrentarnos al hecho de que somos mortales” coincide con el 500 aniversario de la herida de Ignacio de Loyola en la batalla de Pamplona y su conversión. La Compañía de Jesús -recuerda el padre Sosa- ha iniciado un “Año Ignaciano” para motivar “a todo el cuerpo apostólico universal a emprender las transformaciones necesarias para poder cumplir eficazmente nuestra misión de reconciliación y justicia”.
Se trata de una fuerte llamada a la conversión: “Tenemos que hacer las cosas de otra manera”, concluye el superior general jesuita, “imaginar un mundo diferente… y aplicar medidas que contribuyan a hacer posible un mundo nuevo”.
En consonancia con el enfoque del Superior General de los Jesuitas, las universidades confiadas a la Compañía de Jesús queremos ser promotoras de una esperanza que dé sentido renovado a las vidas de todas las personas, en particular de quienes han sido relegadas a los márgenes de la sociedad.
Seguras y felices de nuestra vocación y compromiso para formar a las mejores personas para los demás, las universidades del SUJ extendemos nuestros profundos deseos de tranquilidad y alegría para estas fiestas.