- Yenni Guadalupe Velázquez Galván, académica del ITESO, colabora en un proyecto de Hannah Giselle León Díaz, estudiante de Ingeniería en Biotecnología, y la Dra. María José Rivas Arreola, ambas de Ibero Puebla, presentado en el Congreso del IEEE
Un proyecto innovador para el mundo de la medicina y las ingenierías está creciendo en el SUJ. Hannah Giselle León Díaz, estudiante de tercer semestre de la Licenciatura en Ingeniería en Biotecnología, y la Dra. María José Rivas Arreola, del Departamento de Ciencias e Ingenierías, desarrollaron una síntesis de hidroxiapatita a base de cáscara de huevo, que puede ser usada para la regeneración de tejido óseo. Ésto con el apoyo de la Dra. Yenni Guadalupe Velázquez Galván, especialista en ciencias de materiales y académica del Departamento de Matemáticas y Física del ITESO.
Cuatro grandes cualidades son las que reúne el proyecto de síntesis de hidroxiapatita, investigación que se realiza en el SUJ. Tiene vocación sustentable, permite la regeneración y la restructuración de huesos, posibilita la colaboración interinstitucional y está liderado por tres mujeres. Este proyecto fue presentado en el Congreso del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE, por sus siglas en inglés), realizado en Veracruz, como una alternativa sustentable y accesible para la regeneración ósea a partir de la utilización de la cáscara de huevo.
“Es la primera vez que alguien de la Ibero, de Ingeniería en Biotecnología, lleva un proyecto de este tipo a un congreso y además es muy interesante que somos tres mujeres, entonces estamos incentivando la participación de mujeres en las ingenierías y en la tecnología, en el STEM”, explicó Velázquez Galván.
Lo que este proyecto pretende es tratar de darle un segundo uso a la basura agroindustrial, en este caso la cáscara de huevo, que por sus propiedades —tiene muchos carbonatos y óxidos— puede ayudar a la fabricación de la hidroxiapatita, un elemento natural que los humanos tenemos en nuestros huesos: “Este biomaterial va a ayudar en la regeneración en fisuras, e incluso puede servir para generar prótesis que puedan ser instaladas directamente en el hueso”.
“Del producto que teníamos, que era hidroxiapatita, lo mezclamos con otros polímeros y creamos unas mallas. Estas sirven de soporte para el crecimiento celular, y nuestra teoría es que van a poder regenerar el tejido óseo como un pegamento o como un curita para los huesos”, explicó la Dra. María José Rivas.
Entre los planes relacionados con este proyecto se contempla continuar con los estudios para ver si es posible tener aplicaciones y generar estructuras de hidroxiapatita con impresión en 3D —quizás en alianza con la Ingeniería en Mecatrónica—, y construir prótesis y otros elementos que ayuden a la reconstrucción de huesos. Lo que seguiría es hacer todos los procesos de escalabilidad para revisar la factibilidad económica: “Sabemos que va bien el proyecto y habría que ver cómo poder generar ya un producto un poco más aplicado tecnológicamente, que pueda utilizarse en la vida”.
El involucramiento de la investigadora se dio a través del área de microscopía, a cargo de la misma Velázquez Galván, quien trabaja desde hace tres años en el ITESO, y fue posible gracias a incentivos institucionales para que las universidades jesuitas trabajarán entre sí: “Empezamos a ver qué hacíamos cada una y viendo que soy de nanotecnología me contactaron. Curiosamente, acabo de empezar un proyecto en el que estamos usando también residuos de este tipo para procesarlos de otra manera. Entonces, la idea es tratar de ir conjuntando estos materiales míos con sus biomateriales y ver si podemos obtener algo diferente”.
La aportación de la estudiante Hanna y las académicas Yenni y María José se convirtió para el SUJ en un proyecto innovador que beneficia significativamente a la sociedad, y representa un avance en el rubro médico de la reconstrucción de tejidos.