- “En México más del 31.6% de las personas adultas mayores trabajan, apenas el 10.6% recibe una pensión y el 54.6% vive en pobreza”; Observatorio de Salarios de IBERO Puebla.
Derivado del Informe 2022: Envejecimiento y niveles de vida, investigación encabezada por el Dr. Miguel Calderón Chelius y presentado por el Observatorio de Salarios de IBERO Puebla, el Rector de esa universidad jesuita, Mtro. Mario Patrón Sánchez, reflexiona sobre la situación actual y los retos que nuestro país enfrenta para garantizar una vida digna a este sector de la población.
Al respecto, Patrón Sánchez inicia su análisis recordando que en México el proceso de envejecimiento de la población es paulatino y generalizado, y recuerda que en 1980 las personas de 60 años y más representaban 5.4% del total de la población, en 2020 eran el 12 por ciento y se prevé que serán 21.5 por ciento hacia 2050. Sumado a esto, la esperanza de vida en 2020 se situó en 75.2 años, 30 años más que la estimada en 1950.
Considerando este contexto, el Rector en el SUJ señala: “El envejecimiento poblacional plantea a nuestra nación retos inéditos en materia de infraestructura de cuidados y servicios; sistema que hoy mismo no logra satisfacer las necesidades de la población adulta mayor, como lo evidencia el informe del Observatorio de Salarios en su análisis sobre las condiciones actuales en diversos rubros directamente relacionados con la calidad de vida”.
Al respecto, Mario Patrón evalúa que uno de los aspectos más complejos es lo relativo al sistema de seguridad social “La insuficiente cobertura del sistema de seguridad social y los bajos montos de las pensiones provocan que una gran parte de la población adulta mayor deba desempeñar trabajos poco pertinentes para sus condiciones y pobremente remunerados, por lo cual deben enfrentar cotidianamente un panorama de alta inseguridad económica. El informe de nuestro Observatorio de Salarios señala también que en México más de 31.6 por ciento de las personas adultas mayores trabajan, y apenas 10.6 por ciento recibe una pensión. El bajo nivel de escolaridad es otro condicionante que agudiza la precarización laboral de este sector de la población, pues sólo dos de cada 10 personas mayores cuentan con una escolaridad de secundaria o mayor”.
Uno de los datos que más preocupa al Mtro. Patrón Sánchez es que más de la mitad de la población adulta mayor (54.6%) vive en condiciones de pobreza, lo cual impacta de manera directa en todos los ámbitos de sus vidas provocando una pobre calidad de vida, particularmente en el ámbito de la salud: “El 21 por ciento de la población adulta mayor no tiene acceso a algún servicio de salud básico y esa inaccesibilidad la pone en mayor riesgo, pues es en ella en la que se observa una incidencia más alta de padecimientos como la hipertensión, presente en 43.4 por ciento de los adultos mayores; la diabetes, en 24.5 por ciento, y el cáncer que sufre 2.7 por ciento. A estos padecimientos hemos de sumar las limitaciones relacionadas con la movilidad, presentes en 36.1 por ciento de la población adulta mayor; de la visión, en 35 por ciento, y de la audición, en 22.9 por ciento; lo que las predispone a una mayor dependencia de los cuidados de terceras personas”.
La precariedad de las vidas de las personas adultas mayores en México también se ve profundizada por condiciones socioculturales que permiten relegar a las personas mayores bajo la lógica de que no son útiles. Al respecto, el Rector en el SUJ enfatiza situaciones que considera deberían inquietarnos como sociedad, tales como que el 9.5 por ciento de personas adultas mayores declararon recibir maltrato, abandono o despojo de sus bienes; 55.2 por ciento ha sufrido discriminación por su edad; 28.1 por ciento ha experimentado marginación por sus creencias religiosas y 21.5 por ciento ha padecido exclusión por su manera de hablar; 50 por ciento de los adultos mayores opinan que las personas de su edad son una carga para su familia y cuatro de cada cinco advierten que las personas se desesperan con ellos.

Frente a esta realidad, queda un gran cuestionamiento en cuanto a las condiciones que como país ofrecemos y que deberíamos ofrecer a las personas adultas mayores en el futuro. El reto es mayúsculo por lo cual, la universidad del SUJ en Puebla plantea las siguientes recomendaciones para lograr políticas públicas que garanticen condiciones de vida a las personas adultas mayores:
- Garantizar un ingreso mínimo y suficiente a todas las personas adultas mayores
- Mejorar sustantivamente los servicios de salud.
- Fortalecer la creación de áreas y formación de personal especializado en cuidado y atención geriátrica y gerontológica.
- Fortalecer los programas de acceso gratuito a medicamentos.
- Garantizar la correcta alimentación de la población adulta mayor y crear un sistema de cuidados domiciliarios.
- Impulsar condiciones de movilidad urbana más incluyentes.
- Crear centros comunitarios en las zonas de mayor concentración de población adulta mayor.
- Instituir un Centro de Coordinación de la Política a las Personas Adultas Mayores que articule las acciones focalizadas para este grupo poblacional desde todas las áreas del gobierno.
Como SUJ asumimos que parte de nuestro deber es contribuir a visibilizar temas de relevancia para el país que, aunque no parezcan urgentes en el contexto actual, en realidad son estratégicos para resolver las dificultades que hoy se viven al respecto y tambien para tomar acciones bajo una perspectiva de prevención de males mayores y no de reacción ante problemas sin años de haberse atendido.