Especialista del SUJ habla de la orfandad política y social de la seguridad ciudadana

  • “A un 25 años de la creación del Sistema Nacional de Seguridad Pública es casi imposible que un gobierno responda qué es la seguridad ciudadana y explique si cuenta con una política especializada al respecto”, Ernesto López Portillo.

 

El Coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana (PSC) en la universidad jesuita de la Ciudad de México, Ernesto López Portillo, se pregunta sobre la importancia que tiene que personas conocedoras de los temas vinculados a la seguridad ciudadana tomen decisiones de política públia al respecto: ¿Es grave hacer cosas sin saber como? Depende: construir un puente sin ser competente puede ser una tragedia, preparar un pastel sin saber la receta puede ser desastroso pero no fatal. Si hablasemos de políticas de vivienda, sería demencial tomar decisiones sin el apoyo de quien tiene el conocimiento especializado para, con base en la evidencia, plantear un diagnóstico y una propuesta; para una política de educación también sería inaceptable decidir sin una base de conocimiento especializado. Lo mismo en relación a una política fiscal, laboral, de salud, y cualquiera otra.

El experto en seguridad ciudadana señala que esta regla se rompe todos los diás en el caso de la política de seguridad ciudadana: A un cuarto de siglo de creado el Sistema Nacional de Seguridad Pública y a 15 años de agudizada la crisis de violencias, es casi imposible encontrar un gobierno que pueda responder qué es la seguridad ciudadana y que cuente con una política especializada al respecto.

López Portillo considera que quienes toman y ejecutan las decisiones sobre la seguridad ciudadana no tienen condiciones para responder preguntas tan simples como ¿Qué funciona y qué no funciona para garantizar la seguridad ciudadana?, ¿Qué incluye y cómo se hace un diagnóstico de seguridad ciudadana?, ¿Qué quiere decir una política integral de seguridad ciudadana?, ¿Qué disciplinas y materias deben incluirse y cómo deben articularse?, ¿Desde dónde y quien opera esta política?, ¿Qué estructura institucional debe soportar una política de seguridad ciudadana multidimensional?

El Coordinador del PSC afirma que hoy en día la seguridad ciudadana no tiene identidad, no tiene casa y no tiene cuadros expertos: La mayor potencia de la seguridad ciudadana es al mismo tiempo su peor debilidad. Resulta que esta política pública solo funciona si es coproducida por gobierno y sociedad y requiere de enfoques especializados diversos para prevenir las múltiples violencias. La de seguridad ciudadana es una política que tematiza las violencias y, probablemente, el motivo principal de la resistencia política y social sea que no hay incentivos para hacer la gestión política y social que auténticamente construya redes colaborativas duraderas.

El analista y experto en seguridad ciudadana concluye que las definiciones actuales son incentivadas por dos razones de mucho peso en el país: la urgencia y el espectáculo. Así es que gobierno y sociedad quieren soluciones rápidas y es el despliegue policial y militar, junto con el aumento de penas, que crean la imagen de una supuesta seguridad: Es un círculo vicioso: la prolongación de las violencias es motor de la urgencia y el espectáculo, mismos que abonan a esa prolongación. El paradigma fallido de seguridad se alimenta de su propio fracaso. A tres años de la actual administración federal, la crisis de seguridad afecta, de una u otra forma, a todas las personas y grupos de la sociedad.

En el SUJ consideramos que una estrategia integral de seguridad establece condiciones para el desarrollo humano y comunitario, basado en el respeto y garantía de los derechos humanos, así como en el incremento de la capacidad cientifica, de investigación y de costrucción de evidencia como bases mínimas para la toma y ejecución de decisiones.

Un esquema de seguridad democrático y basado en derechos humanos también contempla aumentar y cimentar las capacidades institucionales de la autoridad civil, bajo un modelo de transparencia y rendición de cuentas permanente que sea capaz de hacer frente a los retos que tiene el país a la luz del escrutinio del pueblo al que busca beneficiar.

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