- En el contexto del Seminario de Política Educativa del Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia del SUJ (ODEJ-SUJ), especialistas del SUJ, de la Universidad de Veracruz y de la UNAM, dialogaron sobre las necesidades de política educativa para esta nueva etapa de la pandemia.
El Seminario de Política Educativa arrancó con la intervención de Sylvia Schmelkes, académica en el SUJ, quien señaló que el COVID 19 ha supuesto una tragedia educativa que inició con la falta de acceso al sistema educativo, lo cual se profundizó en los sectores más pobres del país (habitantes del medio rural, jornaleros, indígenas, niños y niñas trabajadores) y por los problemas de acceso a la tecnología: “Desde el punto de vista educativo, buena parte de las y los estudiantes de zonas rurales e indígenas perdieron aprendizajes que debieron haber adquirido en la escuela durante todo el tiempo de confinamiento. También hay una pérdida significativa de los aprendizajes fundacionales, es decir, aquellos que sirven para seguir aprendiendo, que requieren sistematicidad. Las y los estudiantes de familias con poca escolaridad o bien, aquellas familias en donde ambos padres trabajan y que no pudieron apoyar a las y los estudiantes durante el proceso de aprendizaje a distancia tuvieron un año perdido en cuanto a aprendizajes”.
Otras de las consecuencias del confinamiento fueron el abandono escolar y la crisis económica, así como afectaciones socioemocionales. Respecto al abandono escolar, la académica en el SUJ señaló que aproximadamente el 20 por ciento de estudiantes abandonaron la escuela por la necesidad de contribuir al ingreso familiar. En cuanto a las y los estudiantes que tuvieron clases por televisión, muchos abandonaron los estudios debido a que, al ser contenidos homogéneos, no todos tenían los mismos conocimientos o competencias para dar seguimientos a las clases.
En cuanto a los retos educativos, Gabriela de la Cruz Flores, investigadora de la UNAM, señaló que las luchas del sistema educativo y latinoamericano no son resultado de la pandemia sino de la acumulación de las grandes asimetrías y desigualdades sociales que caracterizan a la región: “Los problemas y retos en materia educativa se hicieron evidentes con la pandemia. Es necesario recuperar y documentar lo vivido, los investigadores educativos deben trabajar en sinergia con las y los docentes de los distintos niveles educativos, la política educativa requiere de reconocer las problemáticas y sentar bases para el reenganche educativo, especialmente para aquellos quienes abandonaron sus estudios en esta etapa de pandemia”.
Por su parte, Ernesto Treviño Ronzón, académico de la Universidad Veracruzana, consideró que el sistema educativo tiene como reto el asegurar el funcionamiento estable y sostenido de los centros educativos, desde la educación inicial hasta el posgrado: “Sumado a lo anterior, un reto de las y los investigadores y docentes es generar información confiable, sencilla y transparente para que todos los involucrados en los procesos educativos y de gestión puedan tomar decisiones pertinentes. Será fundamental recuperar las prácticas de autoaprendizaje y sensibilización de las familias hacia la tarea educativa”.
Arcelia Martínez Bordón, académica en el SUJ, consideró lo siguiente: “Es muy preocupante que en esta crisis educativa agudizada por la pandemia, no se cuente con información pública sobre la pérdida de aprendizajes en el país, por lo que es urgente conocer qué pasó y poner la lupa en lo que está haciendo la autoridad educativa para resolver”.
Aunado a lo anterior, las y los expertos educativos coincidieron que el regresar a la escuela no puede entenderse como seguir como antes. Al respecto, enfatizaron como importante el contar con estrategias para aminorar las consecuencias y efectos de la pandemia: “Se necesita información sobre el estado de las escuelas, la situación del abandono escolar y la pérdida de aprendizajes, dada la heterogeneidad y desigualdades del sistema, para poder implementar políticas y estrategias que atiendan las consecuencias más inmediatas de la pandemia, además de priorizar a las escuelas del país que durante la pandemia no fueron atendidas. Es fundamental priorizar los contenidos y no seguir con un currículo sobrecargado. En este momento, lo que se tiene que hacer en primer lugar es fortalecer las competencias fundacionales. En segundo lugar, aquellas competencias que durante el confinamiento no pudieron lograrse y que tienen que ver con la convivencia, formación de valores, democracia, construcción de paz e interculturalidad”, resaltaron.
De igual forma, las y los especialistas resaltaron la importancia estratégica de: “Transformar el sistema educativo, hacerlo más equitativo y que atienda mejor y con más recursos a aquellos que están en condiciones más desfavorecidas. Es fundamental apoyar a las y los docentes, mantener vínculos con madres, padres de familia y comunidades. Requerimos de una estrategia que permita revertir el abandono escolar, para lo cual podría ser útil el desarrollo de políticas intersectoriales, lo cual en sí mismo es un reto porque cada sector de gobierno trabaja por su lado”.
Además de coincidir en el análisis de las y los expertos educativos, en el SUJ nos sumamos al orden de prioridades que los expertos de distintas universidades establecieron en el Seminario de Política Educativa del Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia del SUJ.
Como SUJ, pondremos especial énfasis en generar condiciones de encuentro y diálogo multisectorial entre expertas y expertos, con la finalidad de incidir en políticas públicas cada vez más pertinentes y capaces de contener y comenzar a revertir las consecuencias de desigualdad y exclusión que caracterizan al sistema educativo mexicano.