- Nilda Chiaraviglio, sexóloga y terapeuta familiar, visitó el ITESO para hablar de la relación en pareja y resaltó que el ser humano “no es controlable, cuanto más lo castras y limitas, menos tiene para dar”.
Muchos son los deseos y rituales que se realizan para tener un año próspero en todos los sentidos. Uno de esos deseos es encontrar el amor de pareja pero ¿qué tipo de relación se busca? Una relación de pareja sana podría ser algo complicado de conseguir, y más si no se tiene claro esas microviolencias que hacen que una relación se vuelva tóxica.
En el SUJ creemos que el amor, más que un deseo es una necesidad pero siempre que no sea destructivo, sino que pueda ser fructífero, pero quien mejor que Nilda Chiaraviglio, reconocida sexóloga y terapeuta clínica familiar y de pareja, para comentar más del tema y quien fue invitada por el ITESO para compartir con la comunidad universitaria sus ideas al respecto.
Uno de los sellos del trabajo de Chiaraviglio es el rompimiento de la idea romántica de la pareja para reconstruir el concepto desde el pragmatismo. “El ser humano no es controlable, cuanto más lo castras y limitas, menos tiene para dar”, señaló ante más de 350 personas reunidas en el campus del SUJ.
Ideas ingeniosas, apuntes críticos, cuestionamientos profundos y una complicidad permanente del público, que reía, asentía y reflexionaba por igual, caracterizaron la ocasión. Nilda plantea cómo las ideas tradicionales de la pareja y del amor romántico implica una pérdida del ser para darse al otro, así como una expectativa de que la felicidad de uno depende del otro.
“La persona que comparte su vida conmigo no es mía. Por lo tanto, pedirle que me haga feliz es una estupidez porque no va a pasar. Porque tampoco yo voy a hacer feliz al otro”, afirmó.
La autora considera que este modelo romántico ha generado una serie de problemas modernos, como dejar a la mujer en un lugar inferior, sin cuerpo erótico, y al hombre frente a un ser que, por ser incorpóreo, es imposible de desear eróticamente (La pareja se crea); destacó la importancia de identificar a los enemigos más tóxicos de una relación de pareja para darle la vuelta al papel de víctima y construir acuerdos siendo conscientes de los deseos amorosos, eróticos y afectivos (La pareja se destruye), y sobre todo, reconocer que el vínculo entre una pareja no existe, sino que se construye paso a paso, cada día, eligiéndose (La pareja no existe).
Ante este panorama, la terapeuta apuntó que lo que permanece es una relación afectiva construida entre las partes. “Qué diferencia pensar ‘Es mi pareja’ a ‘Es mi relación de pareja’”, dijo.
Chiaraviglio preguntó al auditorio en qué momento estar enamorados se convirtió en un tóxico cuento de hadas, acotando que “terminar una relación o reavivar el fuego es descubrir el amor como energía desde una conciencia saludable”. Y es que, insistió, “uno elige cómo tener conexión y placer con la persona que ama.”
Nilda tocó conceptos como corresponsabilidad, es decir, hacerse cargo de lo que a cada persona le corresponde dentro de una relación de pareja, pero no de lo que le corresponde al otro. Criticó el pensamiento mágico, las fantasías románticas que vende la cultura pop, la tendencia moderna de siempre culpar a alguien más de los propios males, e incluso la idea de la “inseguridad” que, dice, es una nueva forma de llamarle a la incertidumbre, presente en la vida de todas y todos.
Propuso, como respuesta a este modelo romántico, trabajar para lograr lo que llama “interindependencia”, es decir, relaciones donde las personas no pierdan su autonomía y donde a diario se elige estar, amar y trabajar, reconociendo las diferencias y haciendo acuerdos.
Nilda, complacida, dijo adiós —por ahora— a un campus que le encantó, y donde descubrió a un público que conecta con sus ideas de manera profunda. Y para la comunidad del SUJ, en el ITESO, fue satisfactorio escuchar a una experta en el tema, que ayude a quitar el estereotipo de relación de pareja erróneo y, que muchas veces se vuelve violento.