Inseguridad alimentaria, consecuencia grave de la pandemia por COVID-19: Investigadores del SUJ

  • El Programa de Desarrollo con Equidad (ProDEq), alerta al gobierno federal, al estatal, a organizaciones internacionales y de la sociedad civil sobre Inseguridad alimentaria (IA).
  • Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos muestra la falta de apoyo a personas en pobreza.
  • Un estudio por investigadora de Puebla muestra que los poblanos gastan 50% de sus ingresos en alimentos.

 

Nuestra convicción como universidades del SUJ es que seremos mejores en la medida en que entendamos mejor la realidad y lograremos una mayor pertinencia social actuando para contribuir en la satisfacción de las necesidades sociales, así como en la transformación de esa realidad. En dicho proceso, investigadores de cada una de nuestras universidades buscan hacer visibles los problemas sociales que aquejan a nuestro país, en este caso uno de ellos es la inseguridad alimentaria (IA), consecuencia de la pandemia COVID-19, no solo en México, también a nivel mundial

El Programa de Desarrollo con Equidad (ProDEq), consorcio de investigación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, alertó de este problema en un breviario dirigido al gobierno federal, al estatal, a organizaciones internacionales y de la sociedad civil.

El ProDEq considera de suma importancia que las instituciones creen una estrategia de atención a corto plazo para retornar a niveles prepandemia. Pide atender a los grupos de menores recursos, quienes requieren una atención prioritaria, porque en ellos recae la IA severa. Los monitoreos revelan que “la IA severa crece sostenidamente; partió de 9% en 2018 y en marzo de 2021 alcanza su nivel más alto: 17%”.

En la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), realizada por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) del SUJ. La cual incluyó mil 452 entrevistas a personas de 18 años o más en las 32 entidades federativas, mismas que fueron contactadas entre el 26 de febrero y el 29 de marzo de 2021. Se aprecia la respuesta que tuvieron los programas sociales que presentó el Estado mexicano para apoyar a la población.

El cual arrojó que solo el 38% de las familias han recibido solamente algún programa o ayuda del gobierno para hacerle frente a esta crisis. Algunos gobiernos locales y otras instituciones emprendieron acciones de ayuda a los hogares ante la crisis por COVID-19, siendo las despensas en especie el apoyo más reportado, pues 16% mencionó recibirlas.

Por otra parte, de acuerdo con los resultados del Informe 2021 El Costo de Comer Bien en México: Canasta Integral Normativa Alimentaria (CINA), realizado por investigadores del Observatorio de Salarios de IBERO Puebla, los poblanos gastan 50% de sus ingresos en alimentos.

Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita, destacó que el salario mínimo, como lo marca la Constitución Mexicana, debería permitir satisfacer las necesidades que tiene una persona, así como su familia.

“El salario mínimo está por debajo de la línea de pobreza. Quien gana el salario mínimo es, por definición, pobre. Nadie gasta todo su ingreso en alimentos, por lo que ingresos tan bajos suponen que una parte de la población ajusta su dieta por debajo de los estándares nutricionales” señala Mar Estrada, la investigadora de Ibero Puebla señala que.

Y aunque la IA es uno de los principales indicadores del segundo Objetivo de Desarrollo Sustentable –Cero Hambre– y uno de los componentes de la medición multidimensional de la pobreza en México. La pandemia por COVID-19 tiene el potencial de incrementar la pobreza en el país. Ante los problemas que ha causado la IA, las recomendaciones que el ProDeQ hace son las siguientes:

  1. Extender los programas de protección social para facilitar el acceso a los alimentos y proteger los ingresos de los grupos de población más vulnerables.
  2. Garantizar el funcionamiento de programas de apoyo nutricional para niños, niñas y adolescentes –como los escolares– y apoyar especialmente la lactancia materna y a los menores de cinco años.
  3. Continuar con el monitoreo continuo de la IA.

Actuar oportunamente ante los preocupantes niveles de IA y IA severa podría sentar las bases para una estrategia integral y sostenible de largo plazo que permita mejorar los niveles prepandemia y así contribuir a reducir la malnutrición en México.

La universidad jesuita de la Ciudad de México y UNAM fortalecen lazos para fomentar el desarrollo con equidad en México. Por lo que el pasado primero de julio de 2021 formalizaron el ProDEq con el objetivo de ser una propuesta alterna y rigurosa que complemente la política pública en torno a la medición de la pobreza y el bienestar en México.

Con este Programa buscan contribuir con evidencia científica a mejorar la toma de decisiones; para poner al alcance de las personas información fidedigna que favorezca la creación de un panorama amplio acerca del bienestar que gozamos en el país, abundó.

 

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