Investigadores del ITESO alertan sobre aumento de adicción en mujeres

  • La Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que las mujeres latinoamericanas mayores de 15 años son el sector con la mayor tasa de trastornos por consumo de alcohol en el mundo.

 

Investigadores de la universidad del SUJ, ITESO, la Universidad de Guadalajara e integrantes de organizaciones civiles señalan su preocupación por la cantidad de mujeres que sufren violencia como resultado del consumo de sustancias.

En el marco del panel “Mujeres, drogas y violencia”, los y las ponentes mencionaron que la adolescencia es una etapa de particular vulnerabilidad debido a la diferencia en la maduración del sistema límbico y las regiones prefrontales, lo que contribuye a que las mujeres consuman más alcohol que los hombres; sin embargo, en la adolescencia tardía y la adultez temprana los hombres vuelven a liderar las tendencias de consumo.

Olga Inozemtseva, Neuropsicóloga de la Universidad de Guadalajara, señaló que el sexo es una variable biológica importante en el estudio de las adicciones porque hay diferencias neurofisiológicas, conductuales y comportamentales relacionadas con dicha característica; a lo que hay que sumar las diferencias genéricas influidas por la sociedad, así como aspectos socioculturales y educativos.

Por su parte,  Vicenta Ramírez, integrante de la Asociación Psicoanalítica de Guadalajara, precisa que la adicción es un fenómeno multifactorial: “desde el psicoanálisis consideramos que el comportamiento adictivo es una solución a la intolerancia afectiva, lo que significa que la adicción busca liberar de estados emocionales que rebasan a las personas”.

Elba Noemí Gómez, del Departamento de Psicología del ITESO, estableció que estadísticamente las mujeres adictas fueron víctima de violencia sexual, así como de violencia emocional y psicológica durante su infancia: “las mujeres inician con el consumo de alcohol, mariguana y medicamentos controlados para luego transitar a otras sustancias. Esto se combina con trastornos alimenticios, codependencia e intentos de suicidio. En muchos casos, en el contexto de consumo de sustancias, también confluyen enfermedades sexuales, embarazos no deseados y maternidad en soledad. Otro aspecto que complejiza la situación de las mujeres adictas es que éstas sufren un triple estigma: ser adicta, no cumplir con los estereotipos de género y la progresiva devaluación de sí mismas”.

Por lo que hace a las posibilidades de superar el consumo abusivo de sustancias, las y los especialistas señalan que existen pocos espacios de rehabilitación exclusivos para mujeres, lo que reduce las posibilidades para su recuperación. A ello se suma que, dado que las mujeres ocultan mejor que los hombres su adicción, la atención suele ocurrir cuando el padecimiento es muy avanzado. Por otro lado, en los espacios de atención no son infrecuentes los casos de revictimización.

El SUJ considera que lograr resultados más efectivos en la recuperación de mujeres que presentan abuso de sustancias tiene relación directa con la implementación de modelos de atención interdisciplinaria, simultánea y especializada. Por ello, mantenemos nuestro impulso a la implementación de espacios de trabajo colaborativo para intercambiar conocimientos y buenas prácticas que confluyan en mejores formas de atender a este sector de la población.

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