La demencia no es normal al envejecimiento: investigadora del SUJ

  • Marcela Vázquez-Mellado Cervantes, egresada del SUJ, nos habla de la demencia y las señales de alerta que no debemos ignorar.

 

  • En nuestro país es común pensar que las personas mayores en algún punto tendrán demencia; sin embargo, se trata de una enfermedad, no algo natural del envejecimiento.

 

 

 

De la misma manera que el corazón, el estómago, los ojos, la piel y otros órganos se enferman, el cerebro también sufre afecciones. Marcela Vázquez Mellado, terapeuta no farmacológica egresada del SUJ, en la IBERO Ciudad de México, señala que existen más de 100 tipos de demencias, de las cuales el Alzheimer es la más común y la que afecta a más personas en el mundo. La especialista comenta que las demencias se desarrollan poco a poco y el deterioro que provocan a nivel cognitivo no es de un día a otro, sino que es progresivo.

 

El Alzheimer, la demencia fronto-temporal, la demencia por cuerpos de Lewy, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington, enfermedad de Jakob, enfermedad de Hakim Adams, la pseudo-demencia depresiva son progresivas, lo que permite identificar síntomas y señales de alerta hasta 20 años antes de una manifestación más formal.

 

Sin embargo, hay otras demencias que si se presentan de manera sorpresiva, por ejemplo la derivada de un evento cerebro vascular, algunas demencias tóxicas, las causadas por enfermedades infecciosas, demencias por trauma, por trastornos endócrinos, demencias vinculadas a brotes psicóticos o a tumores cerebrales.

 

Con la finalidad de detectar tempranamente una demencia, Vázquez Mellado enlista algunas señales de alerta que pueden observarse en la vida cotidiana de una persona, entre ellas:

 

  • Desorientación tiempo-espacio, por ejemplo no saber qué hora es, ponerse la pijama al medio día, no encontrar el baño que se ha usado toda la vida, son algunos ejemplos.
  • Pérdidas de memoria, como no recordar el nombre de personas cercanas u objetos cotidianos, olvidar frecuentemente citas, eventos o actividades obvias, no recordar caminos o trayectos frecuentes, no encontrar la cochera, la salida al jardín son señales de alarma.
  • No reconocimiento de objetos y funciones, como no saber para qué sirve un cepillo de dientes, o u tenedor.
  • Disminución del buen juicio, por ejemplo para tomar decisiones sencillas de manera ilógica, dificultad para resolver operaciones aritméticas básicas, no poder elegir sitios, alimentos, preferencias de entretenimiento o la ropa que va a usar.
  • Dificultad y equívocos en la comunicación verbal y no verbal, tales como no encontrar las palabras, tener problemas con el vocabulario oral y escrito, dificultad para encontrar nombres y palabras exactas.
  • Desorientación tipo desfase horario (sin haber viajado), que se presenta como una sensación confusa de tener mucho sueño y no lograr dormir, entre apetito y saciedad, frío o calor, bajo tono muscular y sentirse tenso.
  • Trastornos del sueño, como despertar con agitación, llanto o tristeza sin motivo aparente, apatía, ansiedad, pesadillas continuas, terrores nocturnos.
  • Preguntas repetitivas y reacciones exageradas de manera insistente ante eventos simples y relacionados con el sueño.
  • Reacciones catastróficas, sobrevaloración de los sucesos, contemplar escenarios terribles, dificultad para gestionar pensamientos amenazantes y escenarios catastróficos.

 

Además de las anteriores, la experta en el SUJ indica que existen otras señales de alarma que debemos valorar, tales como la falta de iniciativa y motivación, dificultad para resolver problemas diarios, desinterés por la vida social y familiar, falta de interés en las relaciones sociales, deterioro en la marcha y movimientos, mostrarse asustado sin motivo aparente o en alerta repentina, mirada perdida, agresividad física y verbal, alucinaciones o ilusiones, delirios y/o euforia, gritos e insultos, desinhibición corporal o en el lenguaje, estado generalizado de inquietud, disminución en la capacidad de autocuidado. Si bien la demencia no puede prevenirse, sí es posible detectarla de manera temprana para hacer más lento su desarrollo y minimizar su impacto.

 

Como SUJ, además de apostar a la resolución de los problemas más acuciantes que afectan a a la sociedad, también nos sentimos comprometidos a transmitir información que contribuya a que las personas puedan tomar decisiones adecuadas para el cuidado de su salud y la de sus familias en el día a día.

 

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