- Para el SUJ, el 8M y el 9M se ha convertido en una fecha emblemática para refrendar su convicción y compromiso con la dignidad y los derechos de las mujeres.
Si bien el 8 y 9 de marzo son los días donde se concentra buena parte de la actividad en torno a la reivindicación del papel de la mujer en la historia, para la comunidad SUJ el mes de marzo se caracteriza por la reflexión y el activismo en torno a los diferentes ángulos y dimensiones de lo que implica el respeto, protección, defensa y restitución de sus derechos.
Así, mediante expresiones artísticas y culturales; espacios de análisis y debate; acciones y ritos de conmemoración; marchas, manifestaciones y plantones; diálogos y encuentros; acciones de acompañamiento y solidaridad; actividades deportivas; entrega de premios y reconocimientos; realización de concursos, las 8 universidades del SUJ asumimos con esperanza y contundencia la oportunidad de reconocer, reivindicar y mostrarnos aliados de la lucha por el respeto a la dignidad y los derechos de las mujeres en nuestra comunidad y en nuestro país.
Estos han sido, y siguen siendo, días en que las mujeres de nuestra comunidad hablan y gritan por ellas y también por las que no pueden hacerlo; las académicas, investigadoras, activistas, estudiantes y todas las mujeres en el SUJ han dejado sentir su presencia, su energía y su fuerza a favor de sí mismas y de sus hermanas, aún de las que no están de acuerdo con ellas.
El día 9 de marzo, Paro Nacional Un Día sin Nosotras, también las mujeres en el SUJ se hicieron presentes aún cuando estuvieron “ausentes”. Ese día en especial, los varones en el SUJ realizaron varias actividades en sus universidades para reflexionar sobre el papel de las mujeres en la historia de la humanidad y sobre la violencia que han recibido y siguen recibiendo. Estos también han sido días donde los hombres han asumido la oportunidad de pensar el papel que pueden jugar en la construcción de una sociedad de la esperanza, donde las mujeres reciban el respeto y el trato que merecen y donde los hombres también puedan dejar de cargar el peso de “ser fuertes” y de ejercer la violencia para que se les considere “verdaderos hombres”.
Así, en el SUJ buscamos dar un paso más, por ello, además de hacer nuestros los reclamos, las demandas, las acciones y reivindicaciones de las mujeres en cuanto a el respeto a su dignidad, a sus vidas, a sus proyectos, a sus talentos, a su lugar en la historia previa y reciente, y a sus derechos; también iniciamos procesos de reflexión y acompañamiento con las otras víctimas del patriarcado y de la violencia machista: los propios hombres.
Las instituciones del SUJ buscan acompañarlas a todas y en cada acción vamos abrazando la oportunidad y el reto de asumir que la dignidad de las mujeres y el respeto a sus derechos en un asunto de toda la comunidad. Como universidades confiadas a la Compañía de Jesús, el SUJ permanentemente busca alternativas y mecanismos para que en el día a día nuestras comunidades experimenten los cambios que soñamos para toda la sociedad.
Sin duda, tenemos aún muchos retos por delante, sin embargo, avanzamos con paso firme y esperanzado. Con mucho ánimo vemos la apertura de las y los integrantes de nuestras comunidades, así como su esfuerzo y compromiso por mirar sus patrones de pensamiento y conducta para revisarlos y transformarlos.
Como SUJ nos sentimos privilegiados de estos procesos, y agradecemos a las mujeres de nuestra comunidad su empuje, su potencia, su persistencia porque gracias a ellas nos seguimos cuestionando, nos seguimos moviendo, nos seguimos esperanzando, nos seguimos convenciendo de que si hay posibilidades realistas y alcanzables por lograr futuros buenos y dignos para todas y todos.