- Adolfo Nicolás, S.J., anterior General de los jesuitas, incorporó dentro de los clásicos a la sabiduría y espiritualidad de los pueblos indígenas de Latinoamérica, cuyos antiquísimos saberes no siempre son considerados como clásicos contemporáneos e imprescindibles de la humanidad.
- En el SUJ, como recomendaba Ignacio de Loyola, la interculturalidad es parte indispensable de la formación para contrarrestar la globalización de la superficialidad, imaginar y construir lo humano con sentido, plenitud y justicia.
- Alexander Zatyrka, S.J., nuevo rector de Ibero León, considera que la espiritualidad indígena revitaliza al cristianismo, al recordar la necesidad de retornar al corazón como lugar de encuentro y de comunión.
Los pueblos indígenas son clásicos de la humanidad
Durante la conferencia de Adolfo Nicolás, S.J., en el encuentro mundial de universidades jesuitas organizado por el SUJ en 2010, el entonces General de la Compañía de Jesús aludió a un pasaje de las Constituciones de la orden en donde Ignacio de Loyola recomienda el estudio de los clásicos y su inclusión en los planes de estudios, pues propician la imaginación, la profundidad de pensamiento, y son el antídoto contra la globalización de la superficialidad.
Al rescatar esta intuición ignaciana, Adolfo Nicolás la enriqueció incorporando dentro a los clásicos a la sabiduría y espiritualidad de los pueblos indígenas de Latinoamérica, y las procedentes de culturas como la africana, india, china y de otras latitudes cuyos antiquísimos saberes no siempre son considerados como grandes clásicos de la humanidad.
“San Ignacio apoyó y quería una educación en los clásicos porque ellos capacitan, entrenan a la imaginación. Pero ¿dónde buscamos a los clásicos? ¿Todavía son Grecia y Roma? ¿O podemos buscar en China, en Japón, en India?; podemos buscar a los clásicos en comunidades indígenas de diferentes partes del mundo, África, Latinoamérica. Lo que necesitamos es abrir la amplia variedad de la mente humana”.
Por eso la insistencia ignaciana del SUJ de hacer presente a la interculturalidad en sus programas de estudio, para abrir nuestra mente a la profundidad de pensamiento, y nuestro espíritu a esa diversidad de modos de construir lo humano y su relación con el mundo con más sentido, plenitud y justicia.
La sabiduría indígena y el futuro de la humanidad
El doctor Alexander Zatyrka, S.J., nuevo rector de la Universidad Iberoamericana de León, conversó sobre el significado de la sabiduría de los pueblos originarios, la necesidad de conocerla y vivirla, en especial porque recupera para nuestro tiempo esa experiencia originaria del corazón, que también fue el cimiento de las primeras comunidades cristianas en sus inicios.
Lo anterior durante la entrevista realizada al doctor Zatyrka por la revista Meditatio, publicación de The Word Community for Christian Meditation (WCCM), un adelanto informal de algunas de las ideas que compartirá en la conferencia en línea que pronunciará en octubre bajo el título “Un corazón, una esperanza: Sabiduría indígena y el futuro de la humanidad”.
La relevancia de este acercamiento a la sabiduría indígena, en el contexto de la emergencia humana y sanitaria de la pandemia, estriba en que “los comentarios de Zatyrka nos dan una amplia [y fundamentada] visión de lo mucho que la sabiduría indígena tiene que enseñar a la sociedad ‘moderna’ sobre cómo responder y crecer en circunstancias tan retadoras”.
El padre Zatyrka recuerda cómo ocurrió su introducción en la “cultura de la resistencia” indígena. Fue durante una estancia de misión en Bolivia, cuando le preguntó a un joven indígena por qué había abandonado la ciudad para volver a la precariedad de su comunidad agrícola, en donde la vida siempre está amenazada y son muchas las dificultades. El muchacho le respondió que había regresado por él, para ayudarle:
“He estado en tu lugar, tu sociedad, tu cultura, en la ciudad, y estoy seguro de que no puede continuar para siempre. Se va a colapsar tarde o temprano. Y cuando se colapse, la gente va a empezar a buscar a alguien que les enseñe cómo vivir humanamente, y sería muy triste que no hubiera nadie esperando para enseñarles a vivir humanamente…”.
Años después, en la misión jesuita de Bachajón en Chiapas, se dio cuenta de que “La Iglesia ‘verdaderamente indígena’ es la expresión de una comunidad viva, una que remite a las comunidades cristianas sobre las que leemos en el libro de los Hechos de los apóstoles. En ellas los primeros cristianos adoptaron una forma para que los participantes aprendieran cómo cuidarse unos a otros, proteger el ambiente y a las mismas las comunidades”.
Espiritualidad del corazón, como la cristiana
En este sentido, Zatyrka refirió que las comunidades indígenas tienen un mensaje para anunciar a la iglesia universal, “la cual, como sabemos, en muchos lugares ha perdido vitalidad y empuje para encarnar los valores del evangelio, no sólo en ella misma sino en otros más allá de sus fronteras”.
Además, entre la espiritualidad indígena y la cristiana existe, en su raíz, una coincidencia respecto a la centralidad del corazón como el lugar en donde acontece el encuentro con Dios, en donde se puede vivir en comunión con los demás.
“Si lees a los Padres y Madres del Desierto, hablan del corazón y de cómo la oración te debe llevar al corazón, el lugar donde te encuentras con Dios, donde se puede vivir en comunión”.
Las comunidades indígenas y su ancestral sabiduría tienen exactamente la misma experiencia del corazón como lugar de encuentro con la divinidad y con los otros.
Por ejemplo, “en la lengua tzeltal el uso de la palabra corazón permea cada aspecto de la comunidad y las relaciones. O´tan significa corazón, y hay muchas palabras en las que está presente. Las personas se saludan diciendo ¿Cómo está tu corazón? En otras comunidades preguntan ¿Estoy yo en tu corazón? Para expresar olvido dicen Se cayó de mi corazón. Cuando alguien no es honesto, dicen él o ella tiene dos corazones, lo cual significa que están divididos y fragmentados, no unificados ni enteros”.
El doctor Zatyrka apuntó, en la entrevista dada a Meditatio, que las comunidades indígenas comparten la misma experiencia de los primeros cristianos: la apertura universal a la presencia amorosa de un Dios. “Las diferentes culturas han encontrado distintas maneras de cómo llegar allí, pero el destino es el mismo”.
SJM 2020, en línea: Un corazón, Una esperanza.La sabiduría indígena y el futuro de la humanidad.
Seminario que se llevará acabo del 19 al 22 de octubre. Alex Zatyrka, S.J., será el orador principal. Pueden inscribirse en http://www.johnmainseminar.or g/
Más información en “MEDITATIO”