- Según el Banco Mundial, 4,200 millones de personas viven en una ciudad, lo que equivale al 55% de la población mundial. Se prevé que para 2050, siete de cada diez personas vivirán en entornos urbanos.
- En el mundo, aproximadamente 4 millones de personas mueren por causas relacionadas con la mala calidad del aire.
Con una buena parte de la población mundial habitando grandes centros urbanos, es importante que las personas se involucren en el cuidado del aire que respiran. Para Carlos González Figueredo, académico del ITESO, es importante que como primer paso se informen.
Es por eso que se vuelve de vital importancia reflexionar, primero, sobre los cuidados urgentes para tener un mejor entorno y, en particular, sobre la calidad del aire que respiramos. El investigador del SUJ, cree que el problema de la calidad del aire con que se cuenta en las ciudades es que no vemos lo que estamos respirando. “Si tú abres la llave y te sale el agua turbia, no te la tomas. Pero no puedes dejar de respirar”.
Aunque no suele difundirse mucho, se sabe que aproximadamente 4 millones de personas en el mundo mueren por causas relacionadas con la mala calidad del aire.
González Figueredo señala que uno de los contaminantes más comunes en los contextos urbanos son las partículas suspendidas que emiten los vehículos, las cuales entran al organismo hasta el torrente sanguíneo donde provocan diversos daños a la salud, entre ellos disminución de la función pulmonar: “La mayor cantidad de las partículas suspendidas viene de autos, camiones y tráileres. Por eso, mientras siga habiendo la cantidad de autos que tenemos ahora y ésta siga aumentando, la situación no va a mejorar. Antes el promedio era de un auto por cada cuatro habitantes, actualmente la proporción es de un vehículo por cada dos personas”.
Frente a esto, el académico en el SUJ señala que los programas de verificación pueden ser útiles: “Si todo el parque vehicular cumpliera con la verificación se podrían reducir las emisiones entre 20 y 30 por ciento. En materia de calidad del aire hay pocas cosas efectivas que la ciudadanía de a pie puede hacer; sin embargo, afinar y verificar el auto es una que sí puede arrojar buenos resultados”.
Identificando la contribución de las personas en la mejora de la calidad del aire, Carlos González señala: “Algunas cosas que los ciudadanos comunes no pueden resolver por sí mismos son tener un transporte público suficiente, eficaz, seguro y limpio, así como opciones de movilidad alternativas o una planeación urbana adecuada. Sin embargo, sí pueden exigir esto a las autoridades. Otra cosa que sí puede hacer el ciudadano es despojar al automóvil del halo aspiracional que lo rodea, optimizar las compras por línea y los servicios de comida delivery para que los mensajeros den menos vueltas”.
Las universidades del SUJ trabajamos para generar conocimiento y construir iniciativas que contribuyan al manejo más adecuado del medio ambiente en contextos urbanos, y que, a su vez, tengan el potencial de mejorar la calidad de vida de las personas.
De igual forma, asumimos como tarea propia el compartir información útil con nuestra comunidad y la opinión pública para que estén en mejores condiciones de decidir cómo preservar su salud, así como aportar formación que favorezca que las personas actúen en favor del bien común y del cuidado de nuestra casa común.