La muerte no es justicia: Compañía de Jesús ante presunto asesinato de “El Chueco”

  • Ante la presunta muerte de quien asesinará a dos sacerdotes jesuitas,  la Compañía de Jesús insiste que para garantizar justicia es indispensable que los gobiernos federal y local cumplan las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

 

Ante la posible muerte de quien asesinara a nuestros queridos hermanos Javier Campos, Joaquín Mora, Pedro Palma y Paúl Berrelleza, la Compañía de Jesús se lamenta por el homicidio de la persona encontrada en Sinaloa, así como de todas las vidas arrebatadas por la violencia que afecta a lo largo y ancho de México.

 

En un comunicado emitido el día 22 de marzo, los jesuitas de México enfatizan que, de confirmarse que la persona encontrada en Sinaloa es José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, eso no significaría que ha triunfado la justicia, ni que la muerte de dicha persona sería una solución a la violencia estructural en la Sierra Tarahumara.

 

En su comunicado, la Compañía de Jesús en México señala: “La ausencia de un proceso legal respecto de los homicidios implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”.

 

 

 

Ante este escenario, los jesuitas de México insisten en la necesidad de que el Estado mexicano cumpla plenamente con las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como una vía para garantizar justicia sustantiva para este caso.

 

Por su parte, Javier “Pato” Ávila Aguirre SJ subraya que la presunta muerte de “El Chueco” no es un triunfo de los gobiernos local y federal: “Al contrario, esto llama a mejorar el sistema de justicia que es muy malo. Con la muerte de esta persona no se acaba la violencia, sino que crece la exigencia para restablecer la paz, garantizar la seguridad y buscar caminos de justicia. La inseguridad y la muerte siguen rondando la región, ahí están los muertos de los días pasados en Guachochi. Esto no es un respiro”.

 

Como SUJ hacemos plenamente nuestra la convicción y compromiso de la Compañía de Jesús en cuanto a no callar ante la violencia y la deshumanización que se vive en distintas regiones del país. Nuestra razón de ser es contribuir a la paz, la justicia, derechos humanos y reconstrucción del tejido social.

 

El SUJ sigue dispuesto a trabajar para transformar la realidad en una donde TODAS las personas podamos vivir según nuestra dignidad, y por ello refrendamos al gobierno de Chihuahua y al gobierno federal nuestro llamado a que satisfagan plenamente las medidas cautelares que la Comisión Interamericana de Derechos otorgó para este caso.

 

es_MXSpanish