- Expertos señalan que la crisis del agua amenaza la viabilidad de sectores cruciales como la agricultura, la industria y el abastecimiento urbano.
- Se requiere de acciones coordinadas a nivel gubernamental, así como la participación de la sociedad civil y el sector privado para mejorar la gestión del agua.
Para investigadores del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), la urgencia climática ha sido una creciente preocupación por la escasez de recursos naturales, puesto que no sólo pone en riesgo la disponibilidad de agua para las generaciones presentes y futuras, sino que también amenaza la viabilidad de sectores cruciales como la agricultura, la industria y el abastecimiento urbano.
Docentes del SUJ, en la IBERO Ciudad de México, plasman sus investigaciones desde diferentes aristas. Las cuales, no solo muestran la problemática, sino que dan algunas soluciones que podrían mitigarla.
Ley solapa que grandes empresas acaparen el agua
La ley de Aguas Nacionales, vigente desde 1992, se ha convertido en una problemática que ha afectado a la sociedad más vulnerables. Para el Mtro. Wilfrido Gómez Arias, investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Aplicada (InIAT), afirma que esta ley impulsó y aceleró “un proceso de desposesión del agua, con concesiones en territorios indígenas, en comunidades, en pueblos y en municipios donde actualmente hay problemas de sequía”.
El investigador explica que esta ley fue creada con el objetivo de regularizar pozos clandestinos y el sistema de concesiones, pero bajo la presión de que para la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC, actualmente Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC) se necesitaba que México otorgara facultades económicas a las empresas, como el acceso al agua de la nación, con concesiones que actualmente son prorrogables hasta 30 años, por lo que un mismo usurario puede tener una concesión durante 60 años.
La raíz de la problemática de la escasez del agua en el país no es la ciudadanía – si bien el Maestro llama a impulsar la cultura del cuidado del líquido-, sino un sistema basado en la Ley de Aguas Nacionales- que ha propiciado desigualdad, sobreexplotación de los mantos acuíferos y distribución desigual del agua, con lo que unos pocos acaparan el agua.
Agrega que la ley no permite negar ni quitar concesiones, ni siquiera si hay contaminación o sobreexplotación.
En su estudio Los Millonarios del Agua, promovido por la asociación Agua para todos, agua para la vida, el Mtro. Gómez Arias y su colega Andrea Moctezuma analizaron, filtraron y sistematizaron datos del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA), Órgano de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Muchas de estas empresas, destaca, tienen problemáticas con las comunidades donde están instaladas por su impacto ambiental. Y agregó que, en 2020, de los 653 acuíferos del país, 115 estaban sobreexplotados, y en 99 de ellos había millonarios del agua, impactando directamente en los acuíferos.
Agregó que la crisis del agua que estamos viviendo está sustentada por tres cuestiones. Primero, una cuestión ideológica, donde el agua es un recurso de consumo, es decir, que puede capitalizarse, comprarse y venderse. Segundo, al ser considerada como un recurso natural y no social, dejamos de lado los valores, es decir, el acceso consciente, el respeto y el cuidado de la misma.
Y tercero, muchas veces se piensa que la solución tiene que ser técnica y política, en una visión gerencial, como construir más pozos y acueductos. Pero las empresas y la ciudadanía podrían inyectar agua en el sistema para conducirla a la recarga de los mantos acuíferos.
¿Qué fuentes de agua tiene la CDMX?
Por otro lado, la Dra. Adriana Carolina Flores Díaz, investigadora del Centrus, destaca la importancia de los suelos de conservación en la Ciudad de México.
En su investigación donde expone que el Sistema Cutzamala, del que mucho se ha hablado últimamente debido a la sequía, no es la única fuente de agua para la Ciudad de México, ya que de ahí llega sólo el 40%. El resto se toma del sistema de pozos, que se alimenta de distintas fuentes, con lo que podríamos incluso tener un superávit de agua.
La especialista en temas hídricos detalla que el agua del sistema Cutzamala viene de los bosques de la región de la mariposa monarca, en Michoacán, donde están las presas Tuxpan y El Bosque, conectadas con las presas Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo, Chilesco y Colorine, del Estado de México. Actualmente, estas presas están en niveles más bajos de lo esperado para esta época.
Mientras, los pozos de la CDMX se alimentan principalmente de dos fuentes. La primera es el Corredor Biológico Chichinautzin, también conocido como Bosque de Agua, y que ocupa zonas del Estado de México y Morelos; y la segunda es el Acuífero de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, que se recarga gracias al suelo de conservación y funciona como “nuestro gran tinaco”.
Este suelo, que consiste en más de la mitad del territorio de la Ciudad -principalmente en las Alcaldías de Milpa Alta, Tlalpan, Xochimilco, Cuajimalpa y Tláhuac-, no es parejo, aclara la especialista. Hay algunos lugares donde las rocas favorecen la infiltración del agua; pero hay lugares donde, aunque haya áreas verdes o un suelo relativamente bueno para infiltrar, la parte de las rocas del subsuelo no lo permite tanto.
Además de eso, la Dra. Adriana advierte que no se está cuidando el suelo de conservación, ya que las autoridades capitalinas están aprobando grandes megaproyectos inmobiliarios.
Señala que una tarea urgente y prioritaria es atender las fugas, que muchas veces están ocultas y son difíciles de detectar; pero a mediano y largo plazo habría que renovar la infraestructura hidráulica y garantizar el cuidado de las zonas de recarga en el suelo de conservación.
10 acciones puntuales para cuidar el agua en medio de la crisis hídrica
El Mtro. Enrique Healy Wehlen, Académico del Departamento de Estudios en Ingeniería para la Innovación, asegura uqe desde el hogar, la empresa, la educación o las acciones de gobierno, todas y todos podemos contribuir.
En su estudio, confirma que debido a la magnitud del problema actual, las autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México han explorado la aplicación de una medida crítica para el “Día Cero”, que abastecería de agua solo a servicios esenciales como hospitales o emergencias y no a los habitantes de los referidos estados; el desabastecimiento sería en los hogares y las empresas. El día previsto por el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), ha sido estimado que llegará el día 26 de junio de este año, por lo que se necesita una pronta participación de todos.
Afirma que, estas alarmantes cifras nos obligan a realizar cambios radicales en nuestros hábitos de consumo; según la OMS una persona requiere de 100 litros de agua al día para cumplir con sus necesidades básicas de consumo e higiene. Considerando estos parámetros y las circunstancias actuales de la falta de recuperación de agua pluvial, en colaboración con alumnas y alumnos de la carrera de Sustentabilidad Ambiental, elaboraron un plan de contingencia hídrica mostrado a continuación.
Plan de ahorro de agua para abordar la crisis hídrica en la CDMX:
- Concientización pública:
- Lanzar campañas educativas sobre la importancia del agua y la crisis hídrica.
- Informar a la población sobre los impactos del cambio climático y la contaminación en los recursos hídricos.
- Uso Eficiente en el Hogar:
- Promover la reparación de fugas y filtraciones en viviendas.
- Incentivar la instalación de dispositivos de bajo consumo de agua, como grifos y cabezales de ducha eficientes.
- Racionalización del riego:
- Fomentar el uso de sistemas de riego por goteo en jardines y áreas verdes.
- Implementar horarios específicos para el riego, evitando las horas de mayor evaporación.
- Industria y comercios responsables:
- Establecer normativas para la eficiencia hídrica en industrias y negocios.
- Incentivar la implementación de tecnologías de reciclaje y reutilización de agua en procesos industriales.
- Educación escolar:
- Introducir programas educativos sobre la conservación del agua en escuelas.
- Crear huertos escolares que promuevan la conciencia sobre la gestión sostenible del agua.
- Gestión gubernamental:
- Desarrollar políticas que fomenten el uso eficiente del agua en todas las áreas.
- Invertir en infraestructuras para la captación y almacenamiento de agua de lluvia.
- Monitoreo y tecnología:
- Implementar sistemas de monitoreo para detectar fugas en la red de distribución.
- Explorar tecnologías avanzadas para el tratamiento y purificación del agua.
- Participación comunitaria:
- Facilitar la creación de comités vecinales para abordar problemas específicos de agua en barrios.
- Leyes y sanciones:
- Reforzar leyes que regulen el uso del agua y establecer sanciones para su mal manejo.
- Garantizar la aplicación justa y equitativa de las normativas en todos los sectores.
- Investigación y desarrollo:
- Financiar investigaciones sobre tecnologías innovadoras para la gestión del agua.
- Apoyar proyectos que busquen soluciones sostenibles a largo plazo.
Afirma que, este plan integral busca abordar la crisis hídrica desde diferentes ángulos, involucrando a la sociedad, la industria, el gobierno y la educación. La colaboración de todos es esencial para lograr un uso responsable y sostenible del agua
Los desafíos de México frente a la crisis por escasez de agua
En medio de un escenario global marcado por la urgencia climática y la creciente preocupación por la escasez de recursos naturales, México se encuentra enfrentando una de sus mayores pruebas: la crisis hídrica. Así lo advierte Dr. Juan Manuel Núñez, académico e investigador del Centrus.
Según las investigaciones del Dr. Núñez, los principales desafíos que contribuyen a esta crisis son:
- La escasez de aguaque se ha convertido en una realidad palpable en diversas regiones del país, donde la distribución desigual de la precipitación y el impacto del cambio climático están agotando rápidamente los recursos hídricos disponibles. La poca disponibilidad de agua afecta tanto a áreas urbanas como rurales, cuyo acceso al agua potable se vuelve cada vez más precario.
- La contaminación del agua, causada por descargas industriales, agrícolas y urbanas sin tratar, así como por la falta de infraestructura adecuada para el tratamiento de aguas residuales. Ocasionando el deterioro de la calidad de nuestros cuerpos de agua, poniendo en peligro la salud de los ecosistemas acuáticos y la salud pública de millones de personas que dependen de estos recursos.
- La gestión inadecuada del aguaa todos los niveles de gobierno contribuye a la crisis hídrica. La ausencia de un marco regulatorio acorde a la realidad nacional, la corrupción, así como la falta de inversión son algunos de los múltiples problemas asociados con la descuidada gestión del agua en México.
- Los conflictos socioambientales por el aguaoriginados por la competencia entre diferentes sectores, como la agricultura, la industria y el abastecimiento urbano, así como entre diferentes regiones del país, genera múltiples conflictos territoriales. Muchos de estos conflictos son detonados por la sobreexplotación de los recursos hídricos y la contaminación, lo que origina la pérdida de ecosistemas acuáticos importantes, como humedales, acuíferos y ríos, afectando la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que proporcionan.
- Una infraestructura hidráulica inadecuadacaracterizada por la falta de mantenimiento, la obsolescencia de muchas instalaciones, así como la disminución en los presupuestos y la desaparición de entidades dedicadas a la generación de información, dificulta la gestión eficiente del agua y contribuyen a la pérdida y desperdicio de recursos hídricos.
El problema del agua en la Ciudad de México es un problema compartido entre la escasez hídrica producto del cambio climático global y la mala gestión del recurso hídrico, así como de la desigualdad social en el suministro de este escaso recurso.
El uso eficiente, ahorro y reutilización del líquido, la calidad de agua de consumo y el control de la contaminación en agua son temas centrales en la gestión ambiental para las instituciones del SUJ. Esto ha llevado a implementar proyectos en las ocho universidades que componen el SUJ, como el de la operación de un sistema alternativo para la captación, almacenamiento y aprovechamiento de agua de lluvia.
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