- La Mtra. , Sylvia Schmelkes, vicerrectora de la universidad del SUJ, Ibero Ciudad de México, considera que la pandemia es una oportunidad para atender las necesidades del país en materia educativa.
- “En México hay condiciones donde se articulan la pobreza de la oferta educativa con la pobreza de la población, con lo que, en vez de combatir, se contribuye a reproducir las desigualdades en el aprendizaje, económicas y sociales”, Mtra. Sylvia Schmelkes.
En el conversatorio “La educación: retos de hoy y oportunidades para mañana”, organizado por El Colegio Nacional, la Vicerrectora de IBERO Ciudad de México, Sylvia Schmelkes, señaló que el contexto de la pandemia es propicio para facilitar que las decisiones de política educativa se tomen en el lugar y en las circunstancias donde se desarrollan los procesos de enseñanza y formación. Al respecto también enfatizó “es hora de permitir que las y los docentes desplieguen su autonomía profesional. Esto significa que los esfuerzos del sistema educativo deben transitar del control y del apego a las normas centrales, al apoyo al desarrollo profesional docente en la propia escuela, para que puedan tomar las mejores decisiones educativas en su contexto, en su entorno específico y en consideración de las necesidades de sus estudiantes”.
Es sabido que en México, los bajos resultados de aprendizaje están asociados al nivel de marginación donde se vive, al acceso a bienes y servicios de la familia o la pertenencia a una familia indígena.
En nuestro país, si bien hay avances en cuanto al acceso y permanencia en la escuela para concluir los niveles obligatorios, es fundamental reconocer que eso no sucede con poblaciones vulnerabilizadas como indígenas, hijos de jornaleros agrícolas migrantes, migrantes mexicanos retornados, pobladores del medio rural disperso, personas con discapacidad y migrantes internacionales.
De igual forma, para lograr superar nuestros retos educativos, es central aceptar que la calidad de la educación es marcadamente desigual en las diferentes regiones del país y en función de donde viven las poblaciones vulnerabilizadas. Sumado a lo anterior, es necesario asumir que los estudiantes que no logran niveles básicos de aprendizaje en lectoescritura y matemáticas son en mayor medida miembros de las poblaciones más vulnerabilizadas.
Aún con todo ello, existen experiencias notables en las que, a pesar de las condiciones de vulnerabilidad estructural de las y los estudiantes, las diferencias las han logrado la escuela y los docentes. Al respecto, la Mtra. Sylvia Schmelkes resaltó: “existen escuelas que encontrándose en zonas marginadas logran resultados del más alto nivel entre sus estudiantes, y también existen estudiantes en lo individual que procediendo de familias en pobreza también logran los resultados más altos de aprendizaje. Esto se da gracias a la entrega y profesionalismo de maestras y maestros que son capaces, en condiciones de ejercicio difíciles, de consegur resultados extraordinarios. Sin embargo, esto parece lograrse a pesar del sistema educativo, y no como debiera ser, gracias al sistema educativo”.
La Vicerrectora de IBERO Ciudad de México, señaló que el contexto de pandemia ofrece la oportunidad de lograr una atención educativa de mayor calidad y cantidad a las zonas más pobres, en particular las que no tuvieron contacto con la tecnología durante la contingencia: “esto se puede hacer asegurando apoyo continuo a los maestros de esas escuelas para que tengan los recursos y herramientas necesarias para que realicen las acciones adecuadas para sus estudiantes, pues son esas maestras y maestros quienes los conocen realmente”.
Lo señalado por la especialista en educación, supone modificar los criterios de distribución de recursos, privilegiando la entrega de recursos frescos y cuantiosos a los más necesitados; todo lo cual implica que el sistema educativo tenga voluntad política para realizarlo.
Otra oportunidad que ofrece la pandemia, desde el punto de vista de Sylvia Schmelkes, es el fortalecimiento de las lenguas y culturas de nuestro país; lo cual implica reconocer la diversidad y pluriculturalidad de México y actuar en congruencia con ello: “la educación de los pueblos indígenas ha de definirse con su participación, para asegurar que logren dominar su propia lengua materna junto con el castellano, para que conozcan su cultura y desarrollen un orgullo por su identidad. Sigue siendo un reto el que la escuela facilite a los pueblos indígenas un espacio para el diálogo constructivo entre la cultura propia, con el conocimiento universal y con el resto de la sociedad”.
¿Cómo atender los problemas en materia de educación en México?
La Vicerrectora de IBERO Ciudad de México, señaló que hay algunas condiciones que permiten que se articulen la pobreza de la oferta educativa con la pobreza de la población, con lo que, en vez de combatir, se contribuye a reproducir y ampliar las desigualdades en el aprendizaje, así como las desigualdades sociales y económicas.
Si bien este es un fenómeno multifactorial, la Mtra Schmelkes considera que enfrentando tres causas es posible atender los problemas educativos más acuciantes.
La primera causa o factor es la ausencia de una política de equidad educativa: “Sabemos que las principales razones de la desigualdad educativa son socioeconómicas; sin embargo, seguimos distribuyendo los recursos (financieros, materiales, humanos, de apoyo), en forma directamente proporcional a la riqueza o pobreza de la entidad federativa, de la zona escolar, de la escuela. Con esto no sólo no se realiza una distribución equitativa para todos, sino que, al darle menos a los que menos tienen y que más lo necesitan, se reproduce la desigualdad”, precisó la Vicerrectora.
El segundo factor es la incipiente, precaria o deficiente profesionalización de los docentes: “La calidad de la formación docente está estancada desde hace años, y la formación en servicio es inadecuada pues los docentes toman cursos que no pueden aplicar en sus contextos específicos. La profesionalización implica autonomía en el ejercicio docente, pero un currículum nacional sobrecargado no permite que las y los profesores ejerzan su autonomía en el aula, porque la prioridad está en cubrir el currículum -de eso tienen que rendir cuentas-, no en asegurar una educación significativa y culturalmente relevante a los estudiantes”.
La tercera causa es: “la insistencia por un sistema educativo centralizado, con un solo programa educativo y con un currículum uniforme para toda la población que cursa el nivel básico; todo ello en un país donde la diversidad cultural, lingüística y geográfica es inmensa. Esto tampoco permite ejercer la autonomía profesional, pues el afán por la centralización sobrecarga a los docentes y a las escuelas debido a que deben demostrar administrativamente que se apegan a las normas centrales. Lo más grave, es la falta de relevancia de lo que la escuela entrega a los estudiantes que no corresponden a los perfiles de estudiantes de zonas urbanas y clase media”.
Finalmente, la Mtra. Schmelkes enfatizó la importancia de que el sector educativo pueda reconfigurar su acción considerando que la pandemia exacerbó las desigualdades, ha supuesto la pérdida de aprendizajes escolares y ha ocasionado un nivel de deserción por razones económicas que aún no lograr calibrarse del todo en cuanto a su tamaño y efectos posteriores.
Frente a este escenario, y considerando que la educación es un derecho fundamental para la transformación de las condiciones de inequidad en nuestro país, el SUJ acompaña las tres propuestas planteadas por la Vicerrectoría de IBERO Ciudad de México para superar los retos educativos de nuestro país: 1) incorporar criterios de equidad para distribuir los recursos y con ello garantizar la igualdad entre los espacios educativos de cualquier territorio en el país; 2) transitar a una relación entre el Estado y los docentes en la que se privilegie el respeto a su profesionalismo y prime el apoyo por encima del control; y 3) una ruptura con nuestra visión de unidad nacional centrada en la uniformidad, hacia una que reconoce el valor de la diversidad.