Provincial de los jesuitas reflexiona en torno a la jornada electoral

  • “En un mundo convulsionado, dolido y herido no es ético ni cristiano permanecer indiferentes”: Prepósito de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

 

El Provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro Madrid, S.J., dirige una reflexión a los jesuitas y personas laicas que colaboran en las distintas obras de esa Orden en México.

En su comunicado el Padre Provincial señala “La sociedad en México está rota. Esta situación no solo es visible en la persistencia de brechas sociales que impiden el diálogo y fracturan la comunión, sino en la formulación de mensajes que descalifican, niegan toda posibilidad de diálogo e, incluso, instan al odio hacia quien es diferente. Quienes vivimos en México, además de experimentar los impactos de salud, sociales y económicos vinculados a la pandemia, somos parte de diversas posturas sociales marcadas por la desigualdad, la falta de acceso a derechos sociales básicos y la violencia. Somos parte de la región más desigual del planeta y al interior reproducimos las asimetrías, tanto de manera geográfica, como a través de una fuerte segmentación social que constituye un obstáculo casi insalvable para toda posibilidad diálogo”.

Frente a esto, Padre Luis Gerardo Moro, considera que “Construir la solidaridad tras los procesos electorales debe ser una tarea orientada por algunos criterios, pues no es posible crear unidad al costo de callar. Los derechos humanos, como expresión del deseo de vivir en un mundo liberado del temor y de la miseria, podrían constituir hoy un horizonte que nos convoque a exigir el abatimiento de las desigualdades, la garantía de un ingreso adecuado y el acceso a derechos básicos, principalmente a quienes se encuentran en situaciones de alta vulnerabilidad. En cuanto a la violencia criminal, frente al clamor de seguridad, es necesario no ceder a la tentación de exigir medidas autoritarias y de mano dura. Las estrategias de seguridad, cada vez más militarizadas, no han logrado disminuir sensiblemente la incidencia delictiva y han implicado riesgos para la protección de los derechos humanos. La historia de América Latina nos ha enseñado que la militarización de las políticas, peor aún si esta va ligada a la política de seguridad, puede favorecer esquemas autoritarios y debilitar los acuerdos democráticos”.

Finalmente, el Provincial de los jesuitas en México precisa que “en un mundo convulsionado, dolido y herido no es ético ni cristiano permanecer indiferentes. Nuestro llamado debe ser no solo mantener, sino reforzar la contemplación crítica y comprometida en la acción. El llamado a la serenidad espiritual, no obstante, no equivale a la pasividad social. Siguiendo la invitación de Ignacio de Loyola, se trata de permanecer activos en la contemplación, hacernos cargo de los clamores que nos conmueven”.

En el SUJ asumimos como central el adoptar una posición a favor del diálogo y la conciliación, la construcción de acuerdos, la toma de decisiones autónomas y a favor del bien común, así como reforzar todas las posibilidades que supongan mejorar las condiciones de vida democrática y las posibilidades de vida digna para todas las personas.

 

Consulta

Circular completo en torno a las Elecciones.

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