Quitar controles sanitarios a alimentos importados arriesga a población: Investigadora del SUJ

  • Berenice Arias, académica de ingeniería de alimentos del SUJ, en ITESO, nos habla de las implicaciones que provoca la decisión de AMLO de exentar a las empresas de alimentos de los controles sanitarios y de calidad.

 

A raíz de la pandemia, los controles sanitarios en el mundo se han endurecido para proteger aún más la salud de las personas. Sin embargo, en fechas recientes el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció que, como parte del Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic). Los controles sanitarios y regulatorios que se aplican a la importación de alimentos y medicinas para consumo humano y animal dejarían de aplicarse.

 

Frente a ello, en una entrevista para el medio digital El Financiero, la Dra. Berenice Arias, ingeniera en alimentos de la universidad del SUJ, en el ITESO, comento las implicaciones de esta decisión. Señaló que Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senacica) son los organismos encargados de certificar que los alimentos y medicamentos sean óptimos para el consumo humano y animal, sin que representen un riesgo a la salud.

 

“El que dichos órganos dejen de hacer éstas revisiones pone en un grave riesgo a la salud de todas y todos los mexicanos y contravienen diversas legislaciones, como las Normas Oficiales Mexicanas. Dejar a las empresas el cumplimiento o no de dicha obligación abre un margen de gran inseguridad para la salud de la población”, enfatizó la académica en el SUJ.

 

La Dra. Arias insistió que dejar a las empresas decidir la importación de insumos de menor calidad sin certificar que son seguros para la salud es una forma incorrecta de abatir el costo final de los productos que se ofrecen a la población. “Con esta medida será muy fácil que se importe, por ejemplo, pescado contaminado de mercurio, vegetales con toxinas por hongos, medicamentos no autorizados para aves o para ganado, entre otros”.

 

La académica del SUJ recordó que en los años ochenta del siglo pasado México importó un insumo irlandés muy barato que fue utilizado para hacer leche en polvo de la CONASUPO. Dicho suministro tenía residuos de Cesio, un material radioactivo originado por el accidente en Chernobyl, lo cual provocó muchos casos de cáncer, principalmente en niños: “Si el poder público deja de certificar la seguridad e idoneidad de alimentos e insumos importados, la calidad y seguridad de los mismos sólo la sabrá la empresa y nosotros tendremos que confiar en ellos.

 

Es muy de llamar la atención que a raíz de la pandemia muchos países en el mundo  han endurecido los controles sanitarios como un mecanismo para hacer más seguro lo que las personas y animales consumen, pero en México el gobierno busca llevarnos en un sentido totalmente opuesto”.

 

Como SUJ consideramos absolutamente innecesario poner en riesgo la salud de la población de nuestro país bajo el argumento de apoyar el bolsillo de las familias mexicanas. Las acciones de gobierno y las políticas públicas tienen sentido y son legítimas sólo si favorecen el bien común y deben cumplir estándares y obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y de carácter comercial que el gobierno mexicano no puede soslayar, minimizar o abandonar.

 

 

 

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