Rector en el SUJ opina sobre los resultados y necesidades del sistema de seguridad pública en México.

  • Para el Dr. Luis Arriaga, SJ, el asesinato del padre Gallo y el padre Morita visibiliza las deficiencias del sistema de seguridad pública.
  • “Los jesuitas no queremos una protección especializada dirigida a nosotros, eso no sintoniza con nuestra misión. Queremos protección para los indígenas, los migrantes, las y los defensores de derechos humanos”, Rector en el SUJ.

 

 

En entrevistas realizadas por el Semanario Zeta y el Periódico Frontera de Tijuana, el Rector en el SUJ, Luis Arriaga Valenzuela, S.J., evaluó que la estrategia de seguridad implementada por el gobierno federal no está dando los resultados que hemos esperado las y los mexicanos: “Creemos que a raíz del asesinato de nuestros hermanos debe abrirse una agenda pública en temas de justicia, comisiones de la verdad y seguridad ciudadana, pues es lo que está detrás de los asesinatos como el que sufrieron los padres Gallo y Morita. Requerimos de propuestas que garanticen el derecho a la seguridad ciudadana y a vivir, como dice la Declaración Universal, liberados del temor y la miseria”.

 

En el contexto actual, el Dr. Arriaga señaló como prioritario revisar la función de la Guardia Nacional, creada en 2019 por decreto presidencial: “Surgió como una corporación de carácter civil, pero poco a poco ha sido controlada por el Ejército Mexicano, por lo que su conformación actual no ofrece condiciones adecuadas para garantizar mecanismos de confianza”.

 

En cuanto al retiro de la Guardia Nacional de las tareas de seguridad, y al indispensable fortalecimiento de las fuerzas policiales, el Rector en el SUJ señaló que diferentes organismos internacionales de derechos humanos lo han recomendado, entre ellos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

Arriaga Valenzuela añadió que además de prescindir gradualmente de las fuerzas armadas y de reforzar a las corporaciones policiacas: “Tiene que haber un ejercicio de rendición de cuentas por parte de los cuerpos castrenses y civiles, también deben crearse sistemas de monitoreo de la violencia eficientes para saber el estado de las tareas de combate y los índices de criminalidad. El esquema actual tampoco tiene un enfoque de participación ciudadana traducida en órganos ciudadanos con posibilidades de participar activa y eficazmente”.

 

El Rector en el SUJ señaló que ante el clima de impunidad y violencia que se vive en el país “Hace falta implementar de manera seria la reforma constitucional que incorpora estándares internacionales en materia de derechos humanos, hay una brecha entre lo que es deseable que se cumpla y lo que está en la ley”.

 

En consonancia con lo expresado por el Dr. Luis Arriaga, las universidades del SUJ asumimos dar continuidad a los testimonios de resistencia ante la violencia, solidaridad con los olvidados, y amor y esperanza para transformar la realidad, que los padres Morita y Gallo dieron de manera tan clara y consistente hasta el día que murieron.

 

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