- Como cuando estás comprometida y puedes mucho: Gabriela Kinney, estudiante del SUJ, organiza feria de la salud para habitantes de ladrilleras.
Es deber de la universidad salir de sí misma para entender y atender a profundidad los cada vez más amplios contextos de desigualdad y exclusión en nuestro país. Esto lo tiene claro, Gabriela Kinney Ibarri, estudiante de Psicología en la universidad del SUJ, IBERO de León. Ya que gracias a su iniciativa, y de su amiga Daniela Nava Macías, estudiante de Medicina de la Universidad de Guanajuato (UG); se creo la segunda edición de la Feria de la Salud. Con el impulso del área Pastoral Universitaria del Centro de Formación Humanista, el Programa de Salud Integral.
Con una visión y convicción clara de lo que implica ser un profesional en un país con tantas necesidades, Gabriela y su amiga Daniela Nava Macías, quien estudia Medicina en la Universidad de Guanajuato, diseñaron y trabajaron la idea de realizar una Feria de la Salud.
Con mucha fuerza, convicción y compromiso, ambas jóvenes dieron los pasos para lograr que la feria fuera un espacio de atención integral, y también gestionaron los contactos y las colaboraciones necesarias para que el resultado fuera ofrecer servicios interdisciplinarios y de calidad a un sector de la población muy excluido y olvidado como son quienes elaboran ladrillos para la industria de la construcción.
Así, el primero de octubre un equipo multidisciplinario integrado por 38 estudiantes del SUJ en León, 21 estudiantes de la Universidad de Guanajuato y dos organizaciones civiles, pusieron todos sus conocimientos, buenas prácticas y esperanza al servicio de 78 habitantes de las Ladrilleras del Refugio.
Las disciplinas que se pusieron al servicio de las y los habitantes de las ladrilleras fueron Medicina (medicina general, otorrinolaringología, pediatría, angiología, ginecología, rehabilitación y fisioterapia), Psicología, Nutrición y Ciencia de los Alimentos, Derecho, Ingeniería en Bionanotecnología, Ingeniería en Mecatrónica, Ingeniería Civil y Atención a la Diabetes. La Feria de la Salud también pudo ofrecer servicio de farmacia, charlas sobre enfermedades de transmisión sexual y asesoría jurídica a diez casos a los que se dará acompañamiento hasta su resolución.
Nos alegra y enorgullece enormemente tener estudiantes como Gaby, quien además de entenderse a sí misma y actuar como una agente de cambio para el bien común, no se detuvo ante los límites, sino que asumió que abrir mentes y caminos donde no los hay también es necesario para contribuir a la transformación de nuestra sociedad.
Muchas felicidades y muchas gracias por ser motor y energía dentro de nuestra comunidad, así como por el talento puesto al servicio de la transformación y del bien común.