Solidaricémonos con familiares de personas desaparecidas

  • Alexander Zatyrka, Rector del ITESO, habló ante Notisistema de la desaparición y posterior localización con vida del alumno del SUJ. Y resaltó la importancia de escuchar, sobre todo, a las voces que no se pueden oír y que que lloran por su familiar desaparecido.

 

  • Al igual que sufren cientos de familias en México, en semanas recientes la comunidad SUJ vivió la angustia e incertidumbre de tener desaparecido a uno de sus integrantes, el cual, afortunadamente, apareció con vida.

 

 

Ozires Vieira de Souza, SJ y estudiante de filosofía en nuestra universidad de Guadalajara, fue encontrado con vida  después de que el 9 de febrero desapareció al salir del campus universitario. Como en la mayoría de los casos donde las personas desaparecidas son localizadas, la solidaridad y el apoyo de la población fue fundamental para la localización de Ozires.

 

Al respecto, Alexander Zatyrka, SJ y Rector del ITESO señaló: “La rapidez, buena voluntad y solidaridad de quienes atendieron y difundieron la ficha de localización emitida por la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco fue determinante. El papel de las redes sociales, los medios de comunicación y la actuación oportuna de las autoridades estatales y federales, fueron estratégicas en lograr la localización con vida de nuestro estudiantes”.

 

Si bien en este caso los elementos se conjugaron de manera adecuada y oportuna para lograr la recuperación con vida de Ozires, en la mayoría de casos similares a este las familias, amigos y compañeros no han logrado la recuperación de sus seres queridos a pesar de sus múltiples esfuerzos. Al respecto, el Rector en el SUJ enfatizó: “Es un bien incomparable haber recuperado a nuestro hermano pero, lamentablemente, es una situación excepcional pues son muy pocas las historias similares que terminan así. La crisis humanitaria que sufrimos desde hace muchos años, con más de 100,000 personas desaparecidas hasta mediados de 2022, es una de las peores consecuencias de la violencia e inseguridad que prevalecen en la mayor parte del territorio nacional”.

 

El también sacerdote jesuita puso foco en que “Detrás de cada persona desaparecida están las víctimas indirectas: madres, padres, hermanos, hijos, amigos y compañeros a quienes también se les quita toda posibilidad de vivir en paz. La suma de estas víctimas es incalculable por lo que la sociedad no puede permanecer indiferente a ésta crisis, ni al trabajo y esfuerzo de numerosos colectivos de búsqueda que no descansarán hasta encontrar a sus seres queridos. Hay un clamor que necesita ser escuchado y atendido urgentemente. Detrás de ese clamor esta la pena silenciosa de quienes desde la indefensión, la soledad y el miedo carecen prácticamente de cualquier recurso y cualquier ayuda para traer a casa a sus seres queridos”.

 

El Dr. Zatyrka destacó: “Todas las vidas importan por igual, por ello debemos escuchar sobre todo a las voces que no se pueden oír o que terminan extraviándose en el terrible coro que llora por esos miles de mujeres, hombres y niños que dejaron de estar entre nosotras y nosotros. Hace casi un año el Comité contra la Desaparición Forzada de Personas de la ONU emitió su informe en que manifestó su preocupación por México debido a que la alarmante tendencia al aumento de las desapariciones forzadas fue facilitada por la impunidad absoluta”.

 

Como SUJ reiteramos nuestra alegría por la recuperación con vida de Ozires y hacemos un llamado a las autoridades estatales y federales a trabajar de manera conjunta para establecer las medidas pertinentes y oportunas tendientes a erradicar esta grave violación a los derechos humanos.

 

En el Sistema Universitario Jesuita seguiremos trabajando a profundidad para convocar permanentemente al diálogo entre actores, así como para la construcción de saberes que contribuyan al diseño de soluciones en cuanto a la prevención, atención y erradicación de las desapariciones forzadas de personas.

 

 

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