“Hacen falta profetas dentro de la Iglesia, pero a la sociedad hay que ofrecerle sabiduría, dándole mensajes que tengan sentido, que abran caminos, que ayuden a los jóvenes a ver que hay todo un camino de sabiduría que hay que seguir.” Adolfo Nicolás, S.J.
Las instituciones del Sistema Universitario Jesuita, fieles a la tradición de la Compañía de Jesús, mantiene su esfuerzo de estar a la vanguardia en el ámbito de las Ciencias, de las Humanidades, y particularmente de la Ética. La educación jesuita comprende e integra el rigor intelectual con la reflexión sobre la realidad junto con la imaginación creativa para trabajar en dirección de construir una sociedad más humana, justa, sustentable y que sea incluyente.
El SUJ busca que la comunidad estudiantil no solo adquieras conocimiento sino que también tengas crecimiento personal, hacerles conscientes de la importancia del cuidado de su ser para que lo apliquen a la sociedad.
Desde la docencia se busca guiar al estudiante en el ámbito espiritual y educativo para hacerlo consciente de sus fortalezas, acompañarle en su desarrollo y trabajar en sus debilidades, para que una vez que tenga esa conciencia de sí y de lo que le rodea pueda crecer en los otros ámbitos.
Ignacio de Loyola decía que “Así como el pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, por la misma manera, todo modo de preparar y disponer el ánima (…) para buscar y hallar la voluntad divina se llaman Ejercicios Espirituales”.
Con ese sentido se trata de acercar al estudiantado, a través de los centros ignacianos de las universidades del SUJ a realizar Ejercicios Espirituales, con el fin de que se conozcan a profundidad y en consecuencia descubrir su misión personal y comunitaria en la historia. Estos Ejercicios lograrán que se tenga un mayor crecimiento humano, espiritual y a comprometerse con la transformación de la realidad.
Es una educación, que como lo dice el lema, de hombres y mujeres para los demás. Se busca que salgan con un sentido social, que tengan una expectativa diferente del mundo, donde puedan ser sujetos de cambio. El SUJ tiene la convicción de que las y los jóvenes pueden dar lo mejor que tienen para el bien del país y especialmente, de los más necesitados. Con el compromiso de motivarles a actuar con solidaridad, con hermandad y justicia.
Se busca encaminar al estudiante al progreso de todos juntos, quitar el pensamiento de “querer salvarme yo solo”, sino juntos buscar la vida. Para las universidades jesuitas es importante aportar y acompañar a los jóvenes en este camino.
Al final lo que se busca, como lo comenta el académico del SUJ, el padre Juan Herrera, S.J., es que este mundo cambie y tiene que cambiar desde la conciencia de las y los jóvenes, de toda la comunidad universitaria jesuita y para lograrlo es necesario tener la convicción en la mente y en el corazón, para que las cosas cambien. Cuando se logra tener estudiantes conscientes del cuidado del mundo, se tiene consumidores mentalmente y voluntariamente capacitados para que este mundo no se caiga como se está cayendo.
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