Universidad del SUJ adquiere congelador para apoyar vacunación contra COVID-19

  • Congruente con la herencia ignaciana, esta iniciativa habla mucho del espíritu del SUJ y de la incidencia social de sus universidades de poner sus servicios a la orden de la sociedad.

 

Ignacio de Loyola pedía a los jesuitas en formación que “En las enfermedades todos procuren sacar fruto de ellas, no solamente para sí, pero más para la edificación de los otros; no siendo impacientes, ni difíciles de contentar, antes teniendo y mostrando mucha paciencia y obediencia al médico y enfermero” (C. 89).

Asimismo el fundador de la Compañía de Jesús consideraba, en carta a su amiga Isabel Roser, que estas enfermedades y otras pérdidas sirven para que nos conozcamos mejor, salir más sabios y ordenar mejor la vida en función de comprometernos más con la humanidad y sus sufrimientos. De esta manera, “la vida de los primeros jesuitas estuvo llena de ejemplos de atención hacia los que más sufren, donde la salud tiene una parte muy importante”.

Esta preocupación por hacer posible el bien común en medio de la adversidad, de buscar ser edificantes para los demás en medio de la enfermedad y la polarización que provoca, llevó al SUJ, a través del Departamento de Salud de la IBERO Ciudad de México-Tijuana, a adquirir un ultracongelador con el cual se apoyará al gobierno mexicano para almacenar las vacunas contra la COVID-19 desarrolladas por Pfizer-BioNTech, que necesitan estar almacenadas a muy bajas temperaturas.

Al respecto, el Maestro Fernand Vedrenne Gutiérrez, coordinador en el SUJ de la Maestría en Nutriología Aplicada en la IBERO CDMX-Tijuana, señaló que, congruente con la herencia ignaciana, “Esta iniciativa habla mucho del espíritu de la Universidad y de su incidencia social, de poner sus servicios a la orden de la sociedad. Da mucho orgullo que las instituciones de educación superior del país se pongan a disposición del gobierno federal para ayudar”.

El académico, quien ha estado a cargo de la adquisición de este equipo, indicó que en este importante logro también intervinieron distintas áreas de la IBERO, entre ellas, desde luego, la Rectoría.

Comentó que el ultracongelador, que llegará a la Universidad a finales de enero, tiene una capacidad de almacenaje de 790 litros, por lo que se podrán conservar alrededor de 6,500 vacunas. Se trata –especificó- de un equipo de origen francés que permite mantener temperaturas de hasta -86°C, las optimas para almacenar la vacuna de Pfizer-BioNTech que requiere conservarse a -70°C.

Por su parte, la Dra. Alicia Parra Carriedo, señaló que la IBERO ya contaba con dos ultracongeladores, pero de menor capacidad, con los cuales se atiende a los laboratorios de las distintas áreas académicas; pero, dadas las condiciones que se viven en el país por la pandemia, la Universidad Iberoamericana aprobó sin dudarlo el presupuesto que permitió la adquisición de este equipo con mayor capacidad y, en este momento, de uso exclusivo para almacenar vacunas anti COVID-19.

Para finalizar el Maestro Fernand Vedrenne Gutiérrez explicó que, por lo pronto, solo esperan las directrices que marque la Secretaría de Salud para el manejo que deberán tener las vacunas contra el COVID-19 que tendrá en depósito esta casa de estudios perteneciente al SUJ.

Como nos recuerda la espiritualidad ignaciana, fundamento de nuestro modelo universitario, “La enfermedad y el fracaso nos hacen más sensibles, humildes y vulnerables, sanar las dolencias del cuerpo implica una oportunidad de encuentro y aproximación a lo más hondo de cada persona. Podemos dejar de ver la salud como un problema y entenderla, de una manera diferente, como una oportunidad para llegar a Dios”, a través de acercarnos y acompañar, humana y universitariamente, a los que sufren.

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