Universidad del SUJ alerta sobre las vulnerabilidades de infantes con discapacidad

  • UNICEF establece que en el mundo hay aproximadamente 240 millones de niños y niñas con algún tipo de discapacidad, cuya mayoría vive en países de bajos o medianos recursos.
  • En México la pobreza, exclusión y discriminación hace que las niñas y niños con discapacidad sean más vulnerables a padecer enfermedades infecciosas.

 

El Observatorio sobre la Inclusión Social de Personas con Discapacidad (OBINDI), impulsado por la universidad del SUJ, la IBERO Ciudad de México y la Universidad Autónoma Metropolitana, establece que las niñas y niños discapacitados en situación de pobreza que reciben vacunas es de sólo el 34% comparado con el 71% de niñas y niños sin discapacidad de niveles socioeconómicos más altos.

 

La discapacidad en México contribuye al aumento de vulnerabilidades que enfrentan las infancias. En materia de salud, las infancias con algún tipo de discapacidad se ven mucho más expuestas a padecer enfermedades infecciosas como diarrea (22%,) respiratorias (9%) y fiebre (34%), comparado con los niños y niñas sin discapacidad (diarrea 9%; respiratorias 4% y fiebre 21%).

 

Mediante el estudio Creciendo con Barreras: realidades de una niñez con discapacidad, el OBINDI señala que la pandemia por COVID-19 afectó más a niñas y niños con discapacidad, quienes presentaron mayores riesgos de enfermar y morir debido a condiciones subyacentes y vulnerabilidades preexistentes.

 

El estudio también indica que en infancias con discapacidad es más frecuente el peso bajo y la desnutrición (42% y 53 respectivamente), en comparación con el grupo de población sin discapacidad. La mala nutrición de las y los niños discapacitados puede tener diversas causas como dificultades motrices y/o de la deglución, desconocimiento de los cuidadores, exclusión social, negligencia y discriminación.

 

Creciendo con Barreras: realidades de una niñez con discapacidad, enfatiza que: “Los problemas que padecen los niños con discapacidad se resolverían con las políticas gubernamentales adecuadas, mejorando el sistema de salud, educativo y de seguridad social, evitando el rezago social, contando con una sociedad más solidaria y responsable. Sin embargo, existe otra condición que nos involucra a todos y que está relacionada con la inclusión y la discriminación”, señala el análisis.

 

Las universidades jesuitas investigamos y analizamos permanentemente la realidad para establecer con mayor precisión las problemáticas que afectan a las poblaciones más vulnerabilizadas. Nuestro propósito es sumar conocimiento útil para la construcción de soluciones concretas, precisas y con capacidad de elevar la calidad de vida de las personas.

 

 

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