- “Consenso, colaboración y diálogo abierto son elementos centrales para sanar en comunidad”, Centro de Investigación y Acción Social (CIAS).
Distintos proyectos, con enfoques diversos, se aplican a lo largo y ancho de México. Los resultados de uno de esos proyectos fueron presentados en IBERO Puebla. La experiencia fue desarrollada por el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) de la Compañía de Jesús, con el compilatorio Un camino para la paz. Experiencias y desafíos en la reconstrucción del tejido social (2019).
El compilatorio da cuenta del acompañamiento realizado en las comunidades de Cherán y Tancítaro, poblaciones michoacanas con profundas experiencias de violencia. La presentación de esta experiencia en IBERO Puebla resultó muy esperanzadora pues permitió vislumbrar la posibilidad de extender el modelo de reconstrucción del tejido social a otros espacios afectados por la violencia.
“Un camino para la paz. Experiencias y desafíos en la reconstrucción del tejido social (2019)” describe el esquema metodológico para la reconstrucción del tejido social del CIAS, el cual inicia con el trabajo de diagnosticar las violencias vividas junto con los pobladores del lugar en que se aplica. El proceso de diagnóstico incorpora los enfoques de medio ambiente, interinstitucional y de género. Otro momento del esquema metodológico es perfilar el concepto de “tejido social” para encontrar mínimos indispensables para el buen vivir en cualquier espacio. El método del CIAS también ayuda a concientizar el rol que cada persona juega en los círculos de violencia y la forma en que cada quien colabora en ellos.
De acuerdo a la propuesta del CIAS, la suma de éstas reflexiones ayuda a lograr encuentros de sanación colectiva y de comprensión de la corresponsabilidad en el proceso de la violencia y la descomposición. Ese escenario contribuye a identificar fortalezas y debilidades colectivas para generar capacidades que contribuyan a la resolución de problemas, para establecer nuevos vínculos y renovar acuerdos sociales.
Durante la presentación del material, la académica de la Universidad Católica Andrés Bello de Guayana, Otaiza Cupare, enfatizó que el modelo de comunidades del CIAS destaca por que facilita el encuentro entre todas las personas involucradas en el proceso de desarrollo comunitario.
Si bien es real que la mayoría de las personas queremos una buena vida, eso no significa que todas las personas trabajemos en conjunto por ese fin. La experiencia compartida por el CIAS a la comunidad SUJ nos permite reconocer los elementos y los enfoques que contribuyen a que cada integrante de una comunidad tenga disposición e interés en trabajar con otros para lograr un fin común.