Universidad del SUJ presenta libro sobre el proceso de gestionar una herencia

  • Septiembre se ha designado como “El mes del testamento” y la universidad jesuita promueve información sobre la importancia de hacer testamento como una forma de evitar conflictos familiares.

 

 

Aunque los mexicanos aparentemente bromeamos con la muerte y la desafiamos constantemente, la realidad es que la mayoría de las personas no queremos pensar muy en serio en nuestro fallecimiento. Independientemente de lo que a cada quien le provoque la idea de la propia muerte, es clara la importancia de determinar qué queremos que suceda con nuestro legado.

 

Cómo repartir herencias sin matarse en el intento, es autoría de la Mtra. Lilia Edith Martínez Padilla y fue presentado en la universidad del SUJ en León, Guanajuato. Comentaron la obra especialistas en diferentes materias relacionadas con el proceso testamentario, entre ellos el Mtro. Luis Aníbal Robles Durán, académico y psicoterapeuta en el SUJ; el Mtro. Braulio Eduardo Amaro Guevara, asesor especializado en derecho civil familiar, patrimonial y mercantil, así como la Mtra. Margarita Ortega, académica del SUJ.

 

Al inicio de la presentación, los académicos del SUJ mencionaron algunos mitos en torno a la herencia, por ejemplo que sólo él o la cónyuge pueden heredar, que es obligatorio “dejar algo” a las y los hijos, o que dejar un papel (sin legalizarlo) y hablar con la familia es suficiente para garantizar el deseo de quien fallece: “Hemos viso casos en que incluso el testamento no evita conflictos debido a que algún familiar solicita su anulación o revocación. La herencia es un privilegio de quien posee los bienes y esa persona tiene el derecho de determinar a quien le quiere otorgar alguna de sus posesiones o no”.

 

Por su parte, la Mtra. Martínez, autora de Cómo repartir herencias sin matarse en el intento, señala que las conductas relacionadas con querer arrebatar una herencia se pueden ir construyendo desde la infancia: “El significado y la relación que tenemos con el dinero se va definiendo en la familia; si somos capaces de dar, cómo recibimos lo que nos dan, si al no recibir lo que queremos decidimos destruir o arrebatar, la envidia, las rivalidades entre hermanos y familiares son aspectos que dan una idea de cómo podríamos actuar ante una herencia”.

 

La autora señaló que el proceso testamentario también tiene costos emocionales importantes: “El heredar también tiene una connotación de pérdida que implica trámites, denuncias y sobrellevar el duelo. Por ello, de ser posible, es bueno que más de una persona se haga cargo del trámite, pues los procesos administrativos son emocionalmente desgastantes. Hablar sobre lo que se vive y se siente durante la administración, repartición y organización de la herencia es importante, lo cual no debe excluir la posibilidad de recibir ayuda especializada”.

 

El acceso a información práctica para ordenar y organizar nuestra vida, así como lo que queremos que suceda con nuestros bienes después de ella, es necesaria. Si bien para el SUJ es relevante contemplar los grandes problemas de la sociedad, también es importante contemplar algunos de los aspectos más domésticos de nuestra vida y muerte, tal como lo relacionado con el proceso de heredar.

 

Obtén más información sobre la campaña “Mes del testamento

 

 

es_MXSpanish