- Las instituciones de educación superior expusieron temas de salud enfocados al contexto fronterizo y a la comunidad migrante.
- El espacio facilitó el intercambio de conocimientos útiles como el estudio que arrojó que aproximadamente en el 50% de la comunidad migrante se detectaron anticuerpos contra el COVID cuando en la población no migrante mexicana es, en general, del 25%
En el marco de la celebración conjunta del 40 aniversario de la IBERO Tijuana y bajo un enfoque de trabajo colaborativo para el fortalecimiento de estrategias e intereses comunes, la universidad jesuita y el Colegio de la Frontera Norte se reunieron para dialogar y compartir conocimientos para el entendimiento conjunto de temas de salud en la región fronteriza, entre ellos los relacionados con el consumo abusivo de sustancias, la pobreza y la migración.
Al simposio acudieron expertos en salud y en poblaciones en movilidad de la Universidad de Arizona, la Universidad de Victoria y la Universidad Estatal de San Diego, quienes abordaron temas como acceso a servicios de salud de la población migrante en Estados Unidos y el retorno, atrapamiento migratorio y salud en la frontera, gobernanza y cooperación para prevenir adicciones en la frontera, salud pública en estrategias de reducción del daño en la frontera, ampliación de los investigadores y la investigación en salud para la frontera norte, entre otros.
Las y los expertos en salud fronteriza enfocada a poblaciones en movilidad señalaron que: “La salud preventiva para la población migrante es fundamental. Una de las dificultades es que los sistemas de salud en México y Estados Unidos son muy distintos. En Estados Unidos el sistema es privado y todo cuesta, esto hace que la gente reciba atención sólo si cuenta con un seguro de salud que, en la gran mayoría de los casos, no cubre enfermedades catastróficas, lo cual deja en indefensión a las personas migrantes”.
Como parte del intercambio de conocimientos, los académicos e investigadores compartieron un estudio que revela que el 50% de la población en movilidad se encuentra mucho más expuesta al COVID que la población no migrante, lo cual supone impulsar con más énfasis estrategias para reducir el riesgo que enfrenta ésta población, así como para que reciban la atención sanitaria que requieren en los procesos de traslado, cruce, estancia y retorno.
En el SUJ estamos convencidos que el concierto de voluntades y acciones es fundamental para la comprensión profunda y la atención adecuada de los retos que enfrentamos a lo largo y ancho del país. Sin duda, con el Colegio de la Frontera Norte, así como con diversas universidades de la frontera sur de Estados Unidos, hemos logrado una de las alianzas más virtuosas en cuanto a la generación de conocimiento y propuestas de atención más oportunas y pertinentes para las poblaciones en movilidad.