- Ante el avance de la deforestación en las selvas tropicales en México, el Dr. Gallardo Cruz, académico del SUJ, desarrolla sistema de monitoreo, 80% confiable, para medir su impacto.
Uno de las preferencias apostólicas que la educación ignaciana tiene como prioridad es el cuidado de la Casa Común, para lograr esto dentro de las universidades del SUJ se han creado planes de estudios, Programas, y algunos centros; como es el caso del Centro Transdisciplinar Universitario de Sustentabilidad (Centrus) en la universidad jesuita de la Ciudad de México.
El Centrus desarrolla un sistema de monitoreo para observar el avance de la deforestación de las selvas tropicales en México, y diseña herramientas de análisis para determinar el impacto de las políticas públicas y programas sociales que atienden este problema. El proyecto de investigación Desarrollo y evaluación de herramientas para el monitoreo de la deforestación de las selvas tropicales, financiado por la División de Investigación y Posgrado de la IBERO Ciudad de México, es un trabajo del Dr. José Alberto Gallardo Cruz.
El desarrollo de este proyecto se dio porque, en este momento, refiere el profesor, la información que ofrece la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el INEGI y la UNAM no está homologada ni actualizada ni acoplada a las políticas públicas ni a los programas sociales.
Ante la falta de información sobre la situación de la deforestación en México, el proyecto del Centrus atiende la necesidad de obtener datos de calidad, sin discrepancias y que estén actualizados porque, de acuerdo con las observaciones del Dr. Alberto Gallardo, “existen fuentes oficiales que han mal informado al asegurar que el avance de la deforestación se detuvo, lo cual es falso. La deforestación sigue avanzando”.
Por el momento, la metodología desarrollada por el investigador en el Centrus es 80% confiable. El monitoreo se realiza al obtener imágenes de satélite y clasificación de datos para determinar sí hay o no hay selva en los puntos observados, comentó el Dr. Gallardo Cruz en un video publicado en el Canal de YouTube de la División de Investigación y Posgrado de la IBERO Ciudad de México.
Con este proyecto, el Centrus de la IBERO busca ajustar la metodología con las políticas públicas y programas sociales que atienden este problema. Más adelante, el proyecto busca acoplarse al programa Sembrando Vida para medir su impacto. La información obtenida del monitoreo será de acceso público mediante un sitio de internet.
Las selvas son de los ecosistemas más amenazados. Es ahora, por las constantes lluvias, que se ve la gravedad de la deforestación, pues las selvas se vuelven atractivas para el desarrollo de la ganadería, la agricultura, la minería, la tala, la cacería, el comercio de vida silvestre, precisó.
Hace 500 o 600 años, gran parte del territorio de México estaba cubierto de selvas tropicales secas y húmedas. Las selvas secas cubrían toda la península de Yucatán, Chiapas y Veracruz. En el Pacífico, las selvas húmedas cubrían Oaxaca hasta Sinaloa, relató el académico.
En México, la pérdida de las selvas tropicales ha generado diversos impactos económicos y sociales que afectan negativamente el bienestar de la gente. De ahí la importancia de generar proyectos que coadyuven en la conservación de los ecosistemas selváticos, mismos que están aportando para desde la educación ignaciana, se sigan desarrollando proyectos que busquen el cuidado de nuestra Casa Común, que a fin de cuentas es beneficio para todos.