- Hoy más que nunca la juventud de nuestras instituciones educativas necesita sentir que estamos a su lado y que le prodigamos la seguridad de que están en buenas manos.
Formar y proteger a nuestra juventud
Una de las prioridades del SUJ es acompañar a los jóvenes de nuestras instituciones, quienes ponen la arcilla aún sin forma de su juventud sobre el torno de la educación jesuita y su espiritualidad ignaciana, capaz de forjar un porvenir de realización personal integral, humanista y de servicio a los demás.
Desde los comienzos de la orden jesuita, Ignacio de Loyola abrazó con entusiasmo y convicción, pese a no contemplarlo en sus planes originales, “la idea de educar a los jóvenes en letras y materias del espíritu”.
Lo anterior, además, con la novedad incluyente, para una época en donde la educación era privilegio de élites, de aceptar en sus colegios y universidades “a todo el mundo, pobres y ricos, gratis y por caridad, sin aceptar remuneración alguna”. Esto último probablemente en referencia a becas, o sus equivalentes en aquel tiempo, porque desde el principio hubo claridad de que lo económico o la condición social no podían ser impedimentos para que los jóvenes estudiaran.
Este modo de concebir la educación y el acompañamiento a los jóvenes sigue presente en el SUJ, sobre todo cuando la juventud de nuestras comunidades educativas, frente la incertidumbre de la COVID-19, más necesita de aliento, sentir que estamos a su lado para cuidar su humanidad y dignidad; y prodigarles la seguridad de que están en buenas manos, no al revés, en una sociedad donde ser un joven o una joven resulta peligroso, hasta mortal, como evidencian la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa, la violencia diaria del acoso y los feminicidios.
Las universidades del SUJ, lugares para comprendernos y comprender el mundo
Sentirse recibidos y arropados por el manto protector del SUJ y su tradición educativa fue lo que experimentó la comunidad estudiantil del Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), durante las palabras de bienvenida al ciclo escolar de otoño, ofrecidas por el director Francisco Morfín Otero, en en las que exhortó a Comprendernos y comprender el mundo, como uno de los atributos característicos de la educación jesuita.
En su mensaje el director mencionó que “tenemos que imaginar las maneras en que vamos a convivir con esa cosa pequeña (en alusión al coronavirus) el tiempo que sigue, porque no podemos vivir encerrados en casa, con cubrebocas y guardando distancia, no es propio de lo humano. Pero el cuidado de todos por todos es indispensable, por lo que tenemos que usar la inteligencia para lograr este cuidado y la mejor convivencia entre nosotros y todo lo que nos rodea”.
En sintonía con la herencia universitaria jesuita, Francisco Morfín también señaló que “en la universidad se piensa el mundo, el país, el estado, la comunidad, la familia, la naturaleza, el territorio y todo lo que nos rodea… Y estamos haciendo una mejor universidad en la medida en que nos empeñamos en comprender las cosas del mundo que nos resultan apasionantes, e imaginamos las maneras en que podemos actuar para que no suceda aquello que nos afecta negativamente, y sí aquello que nos afecta positivamente.
Al finalizar su mensaje invitó a la comunidad ISIA, a la juventud heredera de la sabiduría clásica de los pueblos indígenas, a “observar, escuchar, percibir, experimentar, estudiar, reflexionar, conversar y acordar con otras personas acciones para proponer mundos mejores. Y muevan la universidad desde eso que quieren comprender.
Lee el discurso completo https://www.isia.edu.mx/comunidadisia/vida-universitaria/128-bienvenida-del-director-al-periodo-otono-2020