- El Prami del ITESO, que atiende movilidad humana, migración y personas refugiadas, observa urgente elaborar y promover políticas públicas que garanticen los derechos humanos.
- Los procesos de movilidad humana son realmente complejos y requieren de políticas públicas para las etapas de salida, traslado, estancia y retorno.
Aún cuando las personas migrantes contribuyen de manera fundamental al sostenimiento de la economía nacional y familiar de nuestro país, no se cuenta con los mecanismos, infraestructura y recursos para recibir a quienes regresan y quieren reintegrarse a sus familias y comunidades.
Sin duda el siglo veintiuno se caracterizará por la movilidad humana, en cuya dinámica la región de América Latina, y en particular nuestra frontera norte, es una de las más activas.
Frente a esta realidad, la sociedad tiene el gran reto de establecer los mecanismos necesarios para garantizar que las personas en movilidad puedan disfrutar de manera efectiva sus derechos humanos.
Respondiendo a este reto, en el SUJ contamos con diferentes instancias dedicadas a la observación, investigación e incidencia a favor de las poblaciones en movilidad. El Programa de Asuntos Migratorios (Prami) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) es uno de ellos.
En él se señala que en los últimos 10 años creció la cantidad de personas que retornan junto con sus hijos nacidos en Estados Unidos: “Estas personas vuelven con la esperanza de reincorporarse como habitantes del Estado de Jalisco. Es una población muy significativa y muy poco visible. Hay un movimiento poblacional muy grande por lo que sorprende que no tengamos políticas migratorias estatales para recibirlos y para garantizar sus derechos”.
Iliana Martínez Hernández, investigadora en el SUJ, señala que las personas que retornan pueden hacerlo de manera voluntaria o por haber sido repatriados, y cada grupo tiene necesidades específicas durante su proceso de regreso y de reintegración a nuestro país.
“La población que regresa enfrenta muchas necesidades para su integración y reintegración. Mucha de la población que está de paso, extranjeros y mexicanos de diferentes estados, busca insertarse en las ciudades o comunidades. Son necesidades de tipo humanitario, pero mientras más personas deciden quedarse, surgen necesidades como acceso a la identidad, a la justicia, vivienda, trabajo, educación, entre otras. Cualquier persona que llega a querer formar parte de la ciudad o cualquier comunidad necesita un paquete completo para iniciar y fortalecer dignamente su vida”.
Reconociendo las dimensiones que supone para nuestro país garantizar el disfrute pleno de los derechos de las personas en movilidad humana, las ocho universidades del SUJ contribuimos realizando trabajo de investigación e incidencia en diferentes dimensiones, mediante un enfoque de trabajo colaborativo, intersectorial, intradisciplinario y multisituado tanto en zonas expulsoras, de tránsito, de estancia y de retorno.
Para conocer más del trabajo que realiza el SUJ con poblaciones en movilidad te invitamos a conocer la Coordinación Sistémica con Migrantes.
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