Voces en el SUJ. Mujer y luna

  • A propósito del eclipse de sol del pasado 8 de abril, Zaide P. Seáñez Martínez, investigadora del SUJ en IBERO Torreón, escribe sobre la relación entre los ciclos lunares y menstruales.

 

La vida de las mujeres transita por ciclos, tal como lo hace la luna. Tenemos periodos de total plenitud; otras veces estamos con el ánimo creciente o menguante, o vivimos momentos o días enteros de total oscuridad. Son ciclos parecidos a los de la luna y están relacionados con las hormonas.
Es interesante revisar algunos significados de la palabra luna que ayudan a evidenciar su relación con el ciclo menstrual. Luna viene del latín “lucina”, cuyo significado es brillar e iluminar. En el Génesis simboliza “la luminaria principal que Dios dispuso para que señorease en la noche y marcara los tiempos”. El concepto en inglés, “moon”, de la raíz me, significa medida. Es bien conocida la influencia que este satélite tiene sobre las mareas.
 
En la época antigua se generaron innumerables creencias sobre la luna y la mujer. Por ejemplo, se pensaba que el astro era el causante de que las mujeres eliminaran líquidos del cuerpo porque tenían demasiada sangre y había que desecharla, o que la sangre se asemejaba al semen del varón que luego serviría como alimento fetal. Galeno dijo que se generaba por una “digestión incompleta”. Los médicos creían que la luna llena incrementaba las hemorragias y que la influencia lunar causaba locura, lo que luego derivó en la palabra lunático.
 
La relación de los ciclos lunares y menstruales se describen brevemente en el sitio web argentino Clarín sobre psicología. La etapa preovulatoria se relaciona con la luna creciente, cuando las mujeres somos más curiosas, aventureras y divertidas. La menstruación se relaciona con la luna nueva, y experimentamos mayor sabiduría e introspección, pero también decaimiento y soledad. La luna llena se asocia con la ovulación, cuando la sensualidad es evidente y es la época de mayor gozo sexual, amoroso y fértil. La luna menguante es parecida al periodo premenstrual, cuando somos más intuitivas, irritables y perceptivas.
 
Podemos no estar de acuerdo con lo expuesto aquí, pero por si las dudas, mujeres, es posible que el eclipse nos revolucione, pues la luna tuvo la osadía de opacar al sol.
 
Texto de Zaide Seáñez de Ibero Torreón
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